El VIX cae un 30 por ciento en el año y en lo que va de mes ha cedido más de un 11%. Algunos analistas lo ven en los 20 puntos en julio frente a los 12 puntos en los que cotiza ahora
El índice del miedo. Ese es el nombre con el que se conoce al VIX, el índice de volatilidad de Chicago. Un selectivo que refleja una estimación de mercado de la volatilidad futura. Es decir, que mide la volatilidad que los inversores esperan ver durante los próximos 30 días en el mercado, no la que se ha vivido hasta ahora.
"Una medida clave de las expectativas de volatilidad del mercado a corto plazo", según señalan desde Natixis, que es considerado por muchos como un indicador adelantado del comportamiento del mercado de renta variable. Cuando un mercado presenta confianza o complacencia suele ser porque la volatilidad es muy baja y el mercado sube lentamente sin apenas asustar, por tanto los inversores se sienten seguros y este sentimiento es la antesala de las caídas.
Por eso, históricamente puede observarse una correlación inversa entre el mercado de renta variable y el VIX. Cuando éste baja la bolsa sube y viceversa. Cuando el indicador del miedo se encuentra en niveles bajos se acrecientan los rumores sobre una posible corrección.
En la actualidad, el VIX ronda los mínimos del ejercicio. Concretamente, los alcanzó el pasado jueves al tocar los 12,11 puntos después de que en lo que va de mes haya caído más de un 11% y de que en lo que ha transcurrido de segundo trimestre haya cedido un 15%.
"El movimiento del VIX nos tiene un poco confundidos", señalaba la semana pasada José Luis Martínez Campuzano, estratega de Citi en España. "La incertidumbre que hay en el mercado favorece que de cara a los siguientes meses se espere un repunte de la volatilidad al calor de la actuación de los bancos centrales", indica el mismo experto.
Una corriente al alza provocaría, atendiendo a la evolución en los últimos doce meses, una caída superior al 4% en el selectivo estadounidense que reúne a las compañías con una mayor capitalización del país.
Si en octubre de 2014 el VIX registró una subida del 73% hasta alcanzar su nivel más alto de las últimas 52 semanas, en el mismo periodo de tiempo y de manera inmediata se produjo un descenso en el S&P 500 del 5,4%.
Un movimiento a la baja similar, aunque más suave, al que registró en diciembre de 2014: el selectivo se dejó poco menos de un 5% en menos de 7 días tras duplicarse la estimación del mercado de la volatilidad futura.
El último gran movimiento en este sentido se registró a principios del mes de marzo de este año y se saldó con un descenso superior al 3,5% en el mercado de renta variable tras el repunte del índice del miedo.
En total, de media, las alzas en el VIX se han saldado con un descenso medio del selectivo yankee superior al 4%, dando más credibilidad si cabe a quienes confían en el VIX como indicador adelantado del comportamiento de la bolsa.
En el Viejo Continente la situación es diferente. El V2X es el indicador que mide la volatilidad futura a este lado del Atlántico. Concretamente en el Dax.
Los últimos grandes movimientos de este indicador desde sus mínimos han generado fuertes caídas en el EuroStoxx 50, el selectivo de referencia en Europa. De hecho, estos descensos rondan de media el 6%.
Se espera una subida
"Hasta que la situación macro en EEUU sea inequívocamente robusta como para permitir a la Fed elevar los tipos con seguridad, creemos que los inversores recibirán retornos mediocres", señalan desde Bank of America.
"Las carteras aprovecharán para elevar el efectivo, añadir un poco de oro, la propia volatilidad...". Por ello desde la entidad estadounidense apuestan por un VIX en los 20 puntos de cara al final del segundo trimestre.
En este sentido, "el nivel del 16% se mantiene como una clara resistencia de cuya superación depende que se puedan ver alzas superiores", señala Carlos Almarza, el analista técnico de JM Kapital EAFI.
Y es que, "a pesar de los grandes huecos que deja la curva de precios del VIX, por técnico, el experto asegura que "el índice mantiene una tendencia lateral bajista en las últimas semanas/meses que sólo se rompería en caso de batir los niveles señalados".
En este sentido hay diferente fondos de inversión y ETFs que invierten en el VIX. Es el caso, por ejemplo del VIXY, uno de los más conocidos, o del HorizonsBetaPro S&P 500 VIX ST Fut BP ETF. Sin embargo, su comportamiento hasta ahora refleja a la perfección la tendencia bajista del índice en este periodo de tiempo al anotarse pérdidas en lo que va de año que superan el 65%. Y es que el VIX cae un 30% en el trascurso del ejercicio.