Un banco llama a la puerta. La proposición: que la compañía emita deuda para un grupo reducido de cinco o seis compradores interesados. Así es como arrancó la colocación de deuda a medida que ha cerrado Sacyr por 26,2 millones de euros.
No es la primera cotizada española que emite deuda a la carta, a petición específica de inversores. Es una ventana que han aprovechado otras empresas como Abertis el año pasado. Pero para Sacyr sí es, no solo la primera vez que cierra una colocación para un grupo cerrado de inversores, sino que, además, se estrena con bonos senior convencionales. Hasta ahora, su único contacto con el mercado para obtener financiación a través de emisiones de deuda había sido la colocación de bonos convertibles en dos ocasiones en los últimos años.
En este caso, se trata de deuda a 5 años, con vencimiento en mayo de 2020, por la que la constructora pagará un cupón anual del 4,%. En un entorno como el actual, de bajos tipos, esto demuestra que los inversores siguen interesados en bonos de alta rentabilidad (high yield) donde puedan rascar algo de interés.
Pese a los últimos repuntes, el rendimiento de los bonos soberanos españoles a ese plazo cerró ayer en el 0,733% , es decir, que la deuda colocada por Sacyr ofrecía un plus de 376 puntos básicos sobre los títulos del Tesoro Público.
Dos convertibles pendientes
Sacyr ha cerrado esta emisión a un precio superior al que colocó los últimos bonos convertibles el año pasado. Esa operación se cerró con un cupón anual del 4%, aunque la caída de los tipos en la renta fija ha dejado la rentabilidad en el 3,7% -esto es lo que conseguiría un inversor que comprase hoy los bonos en el mercado secundario-. Esta deuda canjeable por acciones vence en mayo de 2019 y tiene un precio de conversión de 5,725 euros, frente a los 4,14 euros a los que cotiza la acción de Sacyr.
Más próximo está el vencimiento de sus otros bonos convertibles, emitidos en 2011 y que vencen el 1 de mayo de 2016. Esta deuda (que está cerca de su vencimiento) está pagando cupones altos, del 6,5% , ya que se lanzó en un momento en el que el mercado exigía intereses mayores por la financiación, ahora cotizan a la mitad, a una rentabilidad del 3,27%. Si hoy los bonistas quisieran vender se encontrarían con plusvalías acumuladas.
Pero el paso del tiempo ha jugado en contra para el canje. El precio se situó en los 10,61 euros, ya que, como en los bonos anteriores, salieron en un inicio con una prima del 25% sobre el mercado en ese momento. La fuerte caída del título durante estos cuatro años provoca que la acción cotice un 61%, por debajo de ese precio de conversión.