BME es uno de los valores españoles que rápidamente se asocia a dividendo. Sus accionistas reciben una de las retribuciones en efectivo más atractivas de las bolsa española, ya que la compañía distribuye prácticamente todos sus beneficios. "Nuestro pay out [el porcentaje de las ganancias destinado a retribuir] se mantiene en el 96% y nuestra intención es seguir en esta línea", adelantó el presidente de BME, Antonio Zoido, en la junta de accionistas celebrada el jueves en el Palacio de la Bolsa de Madrid.
Esto explica, en parte, que el grupo no opte por otras formas de retribuir. Zoido aclaró que se ha considerado una posible recompra de acciones, como reclamó uno de los accionistas asistentes, pero que el grupo ya tiene una "remuneración satisfactoria" y, a diferencia de algunos de sus competidores que emplean esta fórmula, BME es una empresa con caja y sin deuda. Además, "por la singularidad de la empresa, cualquier modificación del capital tiene connotaciones regulatorias complejas", añadió, por lo que no se ha tomado esa decisión.
La compañía aprobó, eso sí, el pago de 0,89 euros por acción para el próximo 8 de mayo, con el que ofrece un 2,2% de rentabilidad. Una vez descontado este desembolso, BME cerró 2014 con una caja de 344,7 millones de euros. La gestora de la bolsa española también anunció los resultados del primer trimestre de este año, en el que el beneficio neto aumentó un 11,5%, hasta los 47 millones. Se trata del tercer trimestre consecutivo de crecimiento y del mejor arranque de ejercicio desde 2008.
Zoido aprovechó para destacar el jueves que los inversores extranjeros son propietarios del 43% de la bolsa española, récord histórico. Por su parte, Javier Hernani, director general de BME, subrayó que en el primer trimestre se colocaron 4.398 millones, el triple que hace un año, siendo el segundo mercado del mundo por volumen de OPV, gracias a la salida de Aena.
