El rebote que protagonizaron ayer las bolsas europeas fue poco convincente. No es más que lo esperado: un avance vulnerable dentro una fase consolidativa o incluso correctiva. Mientras, en Wall Street se impuso la atonía y el cierre fue mixto, con descensos para el Dow Jones, un cierre prácticamente plano para el S&P 500 y un avance para el Nasdaq tecnológico.
Las dudas regresaron ayer a los parqués. En el Viejo Continente, los índices terminaron la jornada lejos de los máximos intradía, lo cual es de todo menos un signo de fortaleza. El rebote no es sólido aunque podría tener continuidad, máxime si al otro lado del Atlántico índices como el S&P 500 baten resistencias que presentan en los 2.110 puntos que, de momento, ayer volvieron a frenar a los alcistas.
Con todo, es probable que las bolsas europeas estén entrando en una fase consolidativa que debería servir para corregir parte de las últimas y fuertes caídas desde los máximos de la semana pasada. Estos niveles representan para los analistas de Ecotrader un techo temporal en los ascensos de los últimos meses.
En el caso del Ibex 35, estos expertos indican que el rebote de ayer "encajaría a la perfección con el escenario de consolidación lateral o lateral bajista que manejamos de cara a las próximas semanas y que podría llevar al Ibex 35 a buscar apoyo a la zona de los 11.000 enteros y en el peor de los casos los 10.850 puntos".
Y en EEUU, a los principales selectivos estadounidenses les está costando avanzar en 2015, teniendo en cuenta que el Dow Jones suma poco más de un 0,7% y el S&P 500 ni siquiera alcanza el 2% desde que comenzó el año. Sin embargo, la tecnología está siendo más atractiva para los inversores, teniendo en cuenta el avance del 5,9% que mantiene el Nasdaq tecnológico en 2015.