Tokio, 13 abr (EFE).- La Bolsa de Tokio cerró hoy prácticamente plana una sesión volátil después de que los inversores optaran por la recogida de beneficios, tras la subida récord que registró el parqué tokiota en la jornada del viernes.
El índice Nikkei de la Bolsa de Tokio cerró con una caída de 2,17 puntos, un 0,01 por ciento, y se situó en 19.905,46 unidades, mientras el segundo indicador, el Topix, que agrupa a los valores de la primera sección, retrocedió 3,28 puntos, un 0,21 por ciento, hasta 1.586,26 unidades.
El sector asegurador lideró las pérdidas seguido por las eléctricas y el transporte terrestre, mientras que el de la minería y el de las corredurías cosecharon los principales avances.
El parqué tokiota abrió al alza tras las fuertes ganancias de las bolsas extranjeras, pero pasó rápidamente a los números rojos después de que los inversores decidieran optar por la recogida de beneficios conforme el índice bursátil volviera a rozar los 20.000 puntos.
Esta "barrera psicológica" se franqueó el pasado viernes por primera vez en los últimos 15 años.
El selectivo Nikkei cambió a territorio positivo durante la segunda mitad de la sesión, ante la falta de ánimo entre los inversores, preocupados ante unos posibles malos resultados de las empresas estadounidenses que podrían repercutir en el mercado.
Los fabricantes de automóviles se resintieron después de que el yen se fortaleciera frente al dólar, aunque la moneda nipona terminó reculando con el paso de las horas.
Así, Honda Motor cayó un 2,5 por ciento y Nissan Motor retrocedió un 1,3 por ciento.
Mientras tanto, el fabricante de componentes electrónicos Mitsumi Electric avanzó un 7,2 por ciento, después de anunciar que espera un aumento en el beneficio neto del grupo para el año fiscal que terminó en marzo y duplicar su previsión de pago de dividendos.
En la primera sección 1.000 valores retrocedieron frente a 731 que avanzaron, mientras que 148 cerraron en tablas.
El volumen de negocio ascendió a 2,139 billones de yenes (16.778 millones de euros), por debajo de los 2,746 billones de yenes (21.530 millones de euros) del viernes.
