
Primero fue el macrodividendo extraordinario que pagó Endesa en 2014 (y con el que repartió 14.600 millones, casi la mitad de su valor en bolsa), y ahora, la posibilidad de que la eléctrica reparta hasta el 100% de sus beneficios al accionista. Argumentos no le faltan para convertirse en el blanco de los gestores que se dedican a cazar las mejores retribuciones del mercado europeo.
Hacer del dividendo una prioridad ha llevado a Endesa a estar presente en la cartera de cuatro de los seis mayores fondos de dividendo por patrimonio gestionado en el Viejo Continente.
De hecho, en dos de ellos, la eléctrica es la única empresa de la bolsa española que ha conseguido conquistar a sus gestores. Así sucede tanto en el fondo de BlackRock, BGF European Equity Income, que gestiona 2.300 millones de euros, como en el Schroder ISF European Dividend Maximiser, con una cartera de 1.400 millones de euros.
El primero dedica un 2,6% de su cartera a la eléctrica (40,7 millones de euros), que ocupa el puesto 17 por volumen de inversión de las 43 compañías que tiene en cartera. En el caso del producto de Schroders, su posición es mucho menor, aunque también representa casi un 2% de su inversión total, después de haber multiplicado por cuatro el número de acciones de Endesa en cartera durante el último año (los últimos datos disponibles son de noviembre en el caso de este fondo).
Por su parte, en el mayor producto europeo de dividendos, según Morningstar, el JP Morgan Europe Strategic, Endesa no es la única posición española (tiene otras 14 en cartera), pero desde que entró en junio del año pasado en la eléctrica, ha más que triplicado su peso en ella. A cierre del mes de enero, el fondo, que gestiona un patrimonio cercano a los 3.400 millones de euros, contaba con una inversión de 1,6 millones de euros. Aunque esa inversión solo representa el 0,24% de su portfolio, la mayor posición del fondo en una empresa española no llega ni al 1% (se trata de Telefónica).
Pioneer, en su fondo europeo de dividendo, el European Equity Target Income, el cuarto mayor por tamaño, al gestionar 1.900 millones de euros, cuenta con casi 35 millones invertidos a favor del dividendo de Endesa, a la que incrementó exposición en diciembre, según datos de Morningstar.
Dividendo creciente
Hasta ahora los accionistas de Endesa sabían que, como mínimo, la retribución que les entregaría la compañía con cargo a los beneficios de 2015 y 2016 crecería un 5% cada año. Pero la declaración de intenciones de Endesa ha dejado la puerta abierta a que reparta hasta el cien por cien de su beneficio como retribución.
Así, con cargo a 2015, el inversor tenía asegurado un dividendo de 0,798 euros, es decir, un 5% más que en 2014 y una rentabilidad, a precios actuales, del 4,5%. Pero si la eléctrica reparte todo el beneficio que genere (y las previsiones de los analistas siguen subiendo hasta esperar 1.057 millones), entregaría un dividendo de 0,998 euros, un 31% más que el año pasado, y un pago que supondría una rentabilidad que supera el 5,6%.
De cara a 2016, la eléctrica tenía comprometido un dividendo mínimo de un 5% más que en 2015, es decir, de 0,8379 euros (un 4,7% de rendimiento a pecios actuales). Esa cifra puede elevarse hasta 1,049 euros por título si destina los 1.111 millones de euros que el consenso de mercado espera que gane el próximo año.
