
Las materias primas, los metales y el petróleo viven una edad dorada. Aunque muchos profesionales no recomiendan a los pequeños inversores embarcarse en esta aventura, el terreno esta abierto para todo los públicos. Los fondos cotizados (EFT), los warrants y los contratos por diferencias (CFD) son, por este orden, las herramientas más sencillas.
Cuenta el Génesis que Yahvé se enfadó con los hombres y encomendó a Noé la tarea de crear un arca, de tres pisos, en la que tendría que embarcar una pareja de todas las especies para que se salvaran del Diluvio Universal. Y Noé lo hizo y un macho y una hembra de cada tipo de animal esquivaron la tormenta, para repoblar después de la Tierra, igual que su propia familia.
Como si los inversores quisieran imitar el pasaje bíblico, hoy están salvando de las turbulencias que azota a las bolsas (muchas de ellas ya ceden un 30 por ciento este ejercicio) a un grupo de elegidos. Los hidrocarburos, con el petróleo y el gas a la cabeza se han montado en el arca salvadora, algo que les permite anotarse más de un 50 por ciento en 2008. Otras especies que navegan a salvo de la crisis son los metales (tanto preciosos como no) y las materias primas agrícolas. El arroz, por ejemplo, se ha encarecido alrededor de un 50 por ciento desde enero. ¿No desea navegar usted con ellos en el Arca, ajeno al mal tiempo, mientras espera que se recuperen sus acciones?
El piso para todos los públicos
Aunque muchos inversores tengan en mente que exponerse a cualquiera de los activos ajenos a la crisis sólo es posible para los profesionales, se equivocan. Es cierto que operar con futuros o con los novedosos contratos por diferencias (CFD), no está al alcance de cualquiera, pero la situación cambia si se utilizan otros productos, que también son capaces de aprovechar las nuevas subidas que se anoten estos activos, que los expertos no descartan. "Somos alcistas con el oro, el platino, el aluminio, el uranio, el pétroleo, el mineral de hierro y el ferrocromo", señala Manuel Arroyo, Director de Gestión de JPMorgan Asset Management para España y Portugal.
De muchos de estos productos, así como de otras materias primas que viven un gran 2008, como la plata (+24 por ciento), el maíz (+43 por ciento), el gas natural (+64 por ciento), la soja (+31 por ciento) o el cobre (+31 por ciento) o divisas como el euro se comercializan en España fondos cotizados (ETF).
Los ETF, que son fondos de inversión pero que cotizan en bolsa, son la herramienta más sencilla para aprovechar el boom de estos activos. Renta 4, por ejemplo, dispone de 67 diferentes, que tratan de replicar los avances de las materias primas. Elegir el más adecuado depende del subyacente por el que se opte (existen de casi todas las principales y del euro) y, como recomendación, siempre son más aconsejables los que registran mayor volumen de negocio, ya que su líquidez facilita deshacer la posición cuando se desee.
El viernes, uno de los favoritos de los inversores a escala mundial era el United States Oil Fund, que replica la evolución del crudo West Texas, que marcó un nuevo máximo histórico. Este fondo cotizado se colaba en la lista de los diez con mayor negociación. El ETF que replica el Brent, el crudo de referencia en Europa, se puede contratar en Inversis Banco.
Este último broker también ofrece a sus clientes la posibilidad de exponerse de forma general a una cesta de materias primas, con dos productos diferentes. Comercializa el Lyxor ETF Commodities CRB, que obtiene rentabilidad en la medida en la que lo haga una cesta de todos estos productos y el Commodities CRB non-energy, que elude el petróleo y el gas. La única dificultad para los pequeños inversores que pueden dar los ETF, ya que se compran y venden como cualquier acción, es que son internacionales, por lo que las comisiones de compra y venta equivalen a las de bolsa extranjera, igual que las de custodia.
Segundo nivel: con vencimiento
El segundo nivel del arca, con un mayor nivel de riesgo, son los warrants. Su ventaja frente a los ETF es que están cotizados en España, por lo que la operativa es más barata. Aunque la cotización del subyacente sea la parte fundamental para establecer su precio, también afectan otros aspectos como la volatilidad o la duración del producto, que tiene plazo de vencimiento, por lo que exige seguir la inversión más de cerca, ya que sus oscilaciones pueden ser bruscas (especialmente si su fecha de disolución está cercana).
Existen emisiones sobre el cobre, el oro, el Brent, la plata, el índice de materias primas CRB, el cambio euro/dólar, el cambio euro/yen o el trigo. Son útiles para realizar pequeñas inversiones con las que probar las materias primas.
Los futuros y los contratos por diferencias (CFD) son el tercer nivel de riesgo. Son los productos con los que se pueden lograr rentabilidades más altas (igual que pérdidas) y sólo están recomendados para inversores experimentados, que estén dispuestos a seguir de cerca la posición a diario, especialmente en el caso de subyacentes tan volátiles como las materias primas.
Ambos productos multiplican ganancias, ya que sólo exigen desembolsar unas garantías, pero la rentabilidad que se obtiene se calcula sobre el total de la operación. Por ello, para evitar sustos, la empresa de CFDs IG Markets aconseja siempre colocar un stop loss, para que las pérdidas no superen nunca el importe de las garantías.