
Algunas compañías del Ibex 35 ya consiguen alzas de doble dígito en lo que va de año. Sin embargo, los bancos de inversión recomiendan sin tapujos su venta.
Plumas, fantasía, color o pedrería son algunos de los elementos que cada año lucen las candidatas a Reina del Carnaval de Santa Cruz de Tenerife. Una fiesta conocida internacionalmente que ensalza horas y horas de trabajo y que alcanza su punto álgido cuando la elegida recoge el cetro. Una coronación que también se da en la bolsa española, ya que el Ibex 35 cuenta con sus propias reinas del carnaval, que son aquellas compañías que están celebrando por todo lo alto 2015 con importantes subidas en bolsa y que, además, están respaldadas por sólidos fundamentales. Este el caso de Sacyr, IAG y ACS.
La primera de ellas se ha eregido como la segunda firma que más sube del selectivo español en el año al ganar más de un 31%. Aunque su evolución bursátil no es lo único que brilla. Es una de las pocas compañías del índice que consigue una recomendación de compra por parte del consenso del mercado y a pesar de su repunte anual, los expertos creen que todavía tiene un recorrido de, al menos, un 30%, ya que ubican su precio objetivo en los 4,74 euros. ¿Pero qué elementos defiende la constructora para despertar esa confianza en los analistas? "Como posibles eventos a vigilar en 2015 vemos la refinanciación del crédito asociado a Repsol, que está prácticamente cerrada o la evolución del precio de la propia acción de Repsol que también es clave para estabilizar el valor. Estimamos que una subida del valor de Repsol del 10% provocará una subida de nuestro precio objetivo en Sacyr del 8%", explica Ignacio Romero, de Banco Sabadell (desde mínimos del año la petrolera ha subido más de un 16%).
Eso sí, quizás uno de los hitos que más marcará la cotización del grupo es la recolocacion de Testa. La compañía ya cotiza en bolsa, pero con un free float (capital que circula libremente en bolsa) del 0,7%, puesto que Sacyr controla un 99,3%. De este modo, a través de una OPS (oferta pública de suscripción), abrirá el capital a nuevos inversores (pretenden captar, al menos, 300 millones). "Esperamos una evolución positiva de la valoración de Testa en los próximos años. El aumento del spread entre la rentabilidad inmobiliaria y el soberano (en máximos) es positivo para este activo", indica Ignacio Romero.
Otra de las compañías que disfruta de un reinado dulce es IAG, que en el año avanza un 20%. Al igual que Sacyr, la aerolínea cuenta con el apoyo del consenso de mercado en forma de consejo de compra, aunque, en su caso, su principal aliado es el petróleo. La caída del precio del crudo, que desde que marcó máximos en junio de 2014 ya supera el 47%, supone un ahorro importante en los costes de combustible de la compañía, tal y como argumenta Elena Fernández, de Intermoney: "El impacto de esta rebaja en 2015 será relevante, aunque no hay que olvidar que gran parte del consumo de keroseno de este año ya está cubierto a precios superiores a lo que está cotizando ahora. En cualquier caso, en base a nuestras estimaciones, la partida de combustible este ejercicio rondará los 5.460 millones, lo que supone un descenso del 7,4% sobre nuestra estimación de 2014".
Otro de los puntos claves para IAG este año podría ser la entrada en la irlandesa Air Lingus, de la que Ryanair es la principal accionista (la Comisión de Competencia de Reino Unido ha ordenado que debe reducir su participación en un 5 por ciento después de haber intentado en varias ocasiones hacerse con la totalidad de la compañía). Aunque de momento no hay nada cerrado, "consideramos que esta compañía encaja perfectamente en la estrategia de IAG, y creemos que ya han dado la oferta definitiva, los 2,55 euros por acción", señala Elena Fernández. Asimismo, según las estimaciones IAG conseguirá los márgenes de beneficio más elevados del sector europeo (sin contar las firmas de bajo coste), un 6,2%.
Por último, ACS repunta en el ejercicio más de un 15%, aunque en su caso los expertos recomiendan mantener los títulos en cartera. Eso sí, la compañía cuenta con un as bajo la manga: su filial Saeta Yield, la primera yieldco que cotizará en España (debutará el lunes). Con este movimiento, la constructora ingresará 434,7 millones de euros, pero quizás lo más importante es que "desconsolidaría de su deuda neta económica 1.016 millones de euros (12,4% del total) que hasta ahora estaba clasificada en pasivos para la venta y que no afectaba a la deuda financiera neta pero sí minoraba nuestra valoración. Como resultado ACS rebajaría su deuda neta económica un total de 1.726 millones euros", explica Federico Reixa, de Banco Sabadell.
El analista señalaba antes de que se cerrase la colocación, que si finalizaba con éxito, tendría un impacto positivo en el precio objetivo de ACS del 5%. De momento, el consenso de mercado que recoge FactSet sitúa la valoración en 33,84 euros, lo que le deja un potencial alcista superior al 7%. Además, no hay que olvidar el potencial de la participación de ACS en la alemana Hochtief, de la que tiene un 58,9% (luce un consejo de compra) y de la australiana Leighton, participada por Hochtief en un 74,23%.
Un repunte anual 'enmascarado'
Ahora bien, no todas las empresas que están protagonizando un rally presentan la misma imagen, ya que algunas se esconden bajo la máscara de las alzas pero en realidad tienen varios retos en el camino. Es el caso, por ejemplo, de Indra. El grupo gana desde enero un 13%, sin embargo, los expertos aconsejan vender sus acciones. Un empujón muy fuerte a su cotización vino de la mano de Telefónica, que a finales de enero anunció su entrada en el capital de Indra (se hizo con un 3%). "Desde un punto de vista empresarial, la entrada de Telefónica aporta un valor añadido limitado en Indra ya que, por un lado, ambas compañías ya mantenían una relación empresarial desde hace años y, por otro, la inversión en Indra se aleja completamente de su actual estrategia de enfocarse en mercados core y reducir el ratio de endeudamiento", indica Borja Mijangos, de Banco Madrid.
Precisamente, uno de los obstáculos que encuentra Indra es su ratio de apalancamiento, ya que es elevado teniendo en cuenta que la capacidad de la empresa para generar caja es limitada (para 2014 Mijangos espera que ronde los 70 millones, mientras que las firmas de inversión prevén que su ratio deuda/ebitda alcance las 2,4 veces).
Además, según apunta el experto de Banco Madrid, "bajo un punto de vista operativo, la compañía no ha registrado contratos relevantes que aporten mayor visibilidad a corto/medio plazo. Adicionalmente, creemos que la cartera de Indra (3.436 millones de euros) incluye un elevado porcentaje de contratos con márgenes operativos limitados, lo que condiciona el crecimiento y la expansión de márgenes en próximos trimestres".
Acciona es otro de los valores que vive un repunte enmascarado. A pesar de escalar un 17% en el año, los analistas no le dan de momento su confianza y aconsejan deshacerse de sus acciones. "A día de hoy el problema de Acciona continúa siendo su apalancamiento aunque en los últimos meses se han hecho muchas cosas para mejorarlo. No obstante, la prueba del problema que supone su ratio deuda/ebitda es que llevan un año sin repartir dividendos", explica un analista que prefiere no ser citado. En este sentido, la alta exposición de la compañía a las energías renovables en España ha sido un gran lastre, de hecho, este experto no descarta que la firma saque finalmente una yieldco en Estados Unidos como ya hizo Abengoa. Por otro lado, por sus beneficios se pagar un PER de 25 veces, un 60% más que por el Ibex.
Por último, Abengoa también se encuentra en el grupo de compañías disfrazadas. Sube en el ejercicio un 47,5%. Aunque los analistas recomiendan mantener sus acciones en cartera, este consejo todavía no se ha alejado lo suficiente del peligro de un cartel de venta. Como muchas de las compañías del sector uno de sus principales lastres es la deuda, que en 2015 supondrá 6,5 veces su beneficio bruto según las estimaciones. Hace unos días, el grupo avanzó los resultados no auditados de 2014 y en lo referente al endeudamiento Manuel Sánchez, consejero delegado, explicó que el consejo de Abengoa ha decidido reducir su participación en la filial Yield que cotiza en el Nasdaq (Abengoa Yield) a una horquilla de entre el 40% y el 49% a largo plazo.