A escasos días de que concluya la salida a bolsa de Aena, la participación de Ferrovial en el núcleo duro pende de un hilo. El precio vinculante que ofrece la firma de la familia Del Pino es inferior al que los colocadores creen que pueden venderse los aeropuertos. Si esto ocurriese, las acciones reservadas para Ferrovial se destinarían al particular, triplicando el tramo reservado al minorista.
Los grandes directivos de Aena preparan este fin de semana las maletas para continuar el lunes el road show en Estados Unidos. Y mientras se sientan con grandes inversores institucionales que puedan participar en la OPV, Aena corre el riesgo de quedarse sin uno (o varios) de los que iban a convertirse en accionistas de referencia de la compañía. Fuentes cercanas a la operación aseguran que la oferta de Ferrovial para formar parte del núcleo duro, 48,66 euros, corre cada vez más riesgo de anularse si los precios se van a la parte alta del rango de colocación de la OPV (este va de los 43 a los 55 euros). Pero incluso el fondo británico TCI, con un precio de 51,6 euros, tiene un pie fuera y otro dentro.
En los próximos días deberá tomarse una decisión importante. Si el precio, que se conocerá el 9 de febrero, se fija en el tramo superior de la horquilla, automáticamente se cancela la oferta de Ferrovial con lo que se abren varias posibilidades. Una de las opciones más claras sería que la constructora entre en el capital de Aena como cualquier otro inversor a través del tramo reservado para institucionales (hay que recordar que el gestor se ha reservado el derecho a elegir entre los interesados). Su intención inicial era adquirir un 6,5 por ciento, un porcentaje que podría alcanzar por esa otra vía y que, en principio, también le otorgaría una silla en el consejo del operador. Esto obligaría a Aena a reorganizar la colocación, ampliando la OPV.
Fuentes cercanas a la operación explican que en ese caso se asignarían las acciones reservadas a Ferrovial directamente al tramo minorista, al que únicamente se ha destinado un 10 por ciento de la OPV y cuya amplia demanda podría dejar en estos momentos a algunos inversores interesados fuera (ver páginas 16 y 17). De ser así, las acciones destinadas a los particulares pasarían de 3,8 millones de acciones a 13,55 millones.
El problema de llegar a esta situación es la alerta que incluso ya empieza a generarse en mercado por el hecho de que un accionista como Ferrovial se quede fuera. Un gestor de un fondo que prefiere no ser citado indica que "parece que Ferrovial y TCI podrían quedarse fuera. Pero hay mucho institucional que tiene como referencia el precio de Ferrovial, así que se andarán con mucho cuidado para colocar Aena justo en el límite para que entren", advierte. El riesgo de privatizar a la compañía a un precio alto y prescindir de Ferrovial supondría quedarse sin un socio perfecto. El grupo de infraestructuras es de los pocos expertos que conocen y tienen experiencia suficiente en el sector para valorar una empresa como Aena.
Si finalmente el precio de la colocación supera incluso los 51,6 euros que marcó como límite el fondo británico TCI, Corporación Financiera Alba se quedaría sola como accionista de referencia (fijó un precio más alto, de 53,33 euros).