
El Tesoro planea aumentar sus emisiones de bonos de plazos ultralargos este año, aseguró un responsable del organismo, una decisión con la que buscará satisfacer la demanda inversora generada por el programa de compra de bonos del Banco Central Europeo (BCE).
Los costes de endeudamiento de España a 30 años han caído a mínimos históricos, por debajo del 2,5%, después de que el BCE anunciara la semana pasada que compraría deuda pública hasta un máximo de 30 años en un intento por reactivar el crecimiento débil del bloque y los precios al consumidor.
Pablo de Ramón-Laca, subdirector general de Gestión y Financiación de la Deuda Pública, reconoce la demanda que el plan del banco central ha creado, aunque dice que no ha influido en su objetivo ya establecido de alargar los plazos de la deuda con el fin de sortear crisis futuras.
"La posición actual de la política monetaria en la zona euro tiende a hacer que los activos a plazos más largos sean más atractivos para los inversores", señaló.
Más títulos que en 2014
"En los últimos años no hemos emitido tanto a 30 años como antes de la crisis de la zona euro, ... Este año es probable que emitamos más en títulos a 30 años que el año pasado".
En la vorágine de la crisis de deuda europea de 2012, España se vio obligada a emitir a plazos muy cortos, reduciendo el vencimiento medio de su deuda y aumentando por lo tanto el volumen de vencimientos de los años próximos.
Pero a medida que la economía se recupera y regresan los inversores internacionales, España logró emitir nuevos títulos a 30 años a finales de 2013 y realizó una colocación privada de 50 años el año pasado, el plazo más largo de su historia.
En concreto, logró colocar 5.000 millones de euros de deuda con vencimiento a 30 años o más en 2014. Ramón-Laca apunta a un mayor volumen en 2015, posiblemente incluso siguiendo el ejemplo de Portugal e Italia, que han puesto en marcha nuevos bonos a 30 años este año.
"También hay una buena opción de lanzar en algún momento una nueva referencia a 30 años, con un cupón menor que esté más en consonancia con los rendimientos actuales".
Aumentar el volumen a 50 años
También señala la idea de aumentar el volumen a 50 años, que ahora en 1.000 millones, de cara a realizar una colocación pública en el futura.
"Hacer este bono más líquido implicará añadir inversores de forma oportunista. Cuando la distribución alcance un cierto grado de inversión, consideraremos la subasta en el futuro".
Ante los rendimientos más bajos que el país ha visto en su historia, Ramón-Laca confía en que España siga rebajando sus costes de emisión en 2015. "Espero que nuestro coste de emisión siga cayendo", dijo.