Bolsa, mercados y cotizaciones

La demanda de renta fija mundial supera en medio billón a la oferta

  • El bono americano gana un 3,3% y el alemán un 1,8% en sólo 17 sesiones
  • La gestora de JP Morgan prevé compras este año por 2,6 billones

Llevamos más de un año observando cómo la rentabilidad del bono estadounidense a una década continúa y continúa cayendo. Sigue haciéndolo incluso ahora (su rendimiento se sitúa en el 1,7%, mínimos de 2013), en un momento en el que el mercado espera una o varias subidas de tipos por parte de la Reserva Federal (dichas decisiones empujan las rentabilidades al alza). Pero la expectativa de esta medida no se ha dejado notar en el rendimiento del papel estadounidense a 10 años. En lo que llevamos de 2015 -sólo 17 sesiones-, las ganancias que ha conseguido el inversor en este activo (por la subida de su precio) se eleva al 3,3%. ¿Qué ocurre para que no hayamos visto remontar la curva de rentabilidad?

Por un lado, los inversores consideran la renta fija estadounidense como uno de los activos más seguros en tiempos de incertidumbre, con mínimas probabilidades de impago; por otro, el hecho de que esté denominada en dólares -una divisa que no hace más que apreciarse- le aporta un atractivo añadido. Pero la respuesta definitiva puede hallarse en la sobredemanda de papel que existe a nivel mundial, según las estimaciones de JP Morgan Asset Management.

De acuerdo con estas previsiones  -recogidas en el informe de Perspectivas para 2015 que la gestora presentó el martes en Madrid-, la demanda global de bonos alcanzará este año los 2,6 billones de dólares estadounidenses (unos 2,28 billones de euros), mientras que la oferta de dichos activos se quedará en a 2 billones de dólares (1,76 billones de euros). Dicho de otra forma, la demanda de deuda superará a la oferta en 600.000 millones de dólares (o más de 528.000 millones de euros).

Ganancia del 1,8% en el 'bund'

Hasta ahora nos hemos referido a la renta fija estadounidense, pero si echamos un vistazo al Viejo Continente observamos cómo el rendimiento del bono más seguro por excelencia, el bund alemán, también lleva cayendo más de un año. Y, en lo que ha transcurrido de 2015, los inversores en papel germano han obtenido una ganancia del 1,8%.

En los últimos días, el anuncio de un QE europeo por parte del Banco Central Europeo (BCE) ha contribuido a prolongar esa caída de la rentabilidad del bono alemán. Un programa de estímulo consistente en la compra de deuda pública, corporativa, ABS y cédulas hipotecarias (a razón de 60.000 millones de euros al mes, al menos, hasta septiembre de 2016) que debería impulsar el precio de los bonos al alza y, como consecuencia, las rentabilidades a la baja.

Otro factor que contribuye a prolongar la curva descendente del bund es que nada apunta en el horizonte a una subida de tipos en Europa; de hecho, el BCE prevé mantenerlos en el nivel en el que están "durante un periodo prolongado de tiempo", según ha explicado Mario Draghi, presidente de la entidad, en múltiples ocasiones.

El caso es que, pese a la avalancha de compras que está experimentando la renta fija y después de décadas de subidas, el mercado teme que éste sea el primer año de grandes pérdidas. "2014 fue un muy buen año para la renta fija, y por eso nuestras previsiones para 2015 son peores", explicó Manuel Arroyo, director de estrategia de JP Morgan Asset Management para España y Portugal, quien añadió: "Es muy probable que veamos retornos negativos. Que se estén pagando TIR (rentabilidades) negativas demuestra que hay inversores institucionales que tienen que comprar bonos sí o sí". Dentro del segmento de la renta fija, Arroyo señaló que, en un contexto de gran volatilidad y bajas rentabilidades, la gestora se interesa "más por la deuda corporativa, sobre todo high yield con fundamentales sólidos y bajo  riesgo de impago. Es uno de los pocos sectores donde vemos algo de valor en renta fija este año", aclaró el director de estrategia de la gestora de JP Morgan.

WhatsAppFacebookFacebookTwitterTwitterLinkedinLinkedinBeloudBeloudBluesky