
Quien haya mantenido un fondo de renta fija americana este año ha tenido un tesoro -al menos, hasta ahora-, pues contra todo pronóstico habrá obtenido rentabilidades cercanas al 6% en apenas 14 sesiones, el doble que con uno de bolsa. Unas alegrías que podrían convertirse en llantos si el Banco Central Europeo (BCE) no anuncia hoy la compra de deuda soberana. Los bajistas necesitarían más de una semana para cerrar posiciones en un cuarto del Ibex.
La deuda estadounidense ha vivido su particular rally este año: la rentabilidad del T-Note, su bono de referencia a 10 años, ha subido un 3,5% en 2015. Una ganancia vía rentabilidad a la que, además, el inversor habrá sumado una revalorización adicional por el efecto divisa, pues el dólar se ha apreciado un 4,7% en lo que va de año en su cruce contra el euro. Y es la segunda moneda más alcista de 2015 después del franco suizo, por el calentón que ésta última ha experimentado después de que el Banco Nacional de Suiza (SNB, por sus siglas en inglés) dejara de sujetar su tipo de cambio frente al euro, que estaba en el 1,20 desde 2011.
Pero está claro, nada dura para siempre, tampoco en los mercados. De hecho, los bancos de inversión ya alertaban el año pasado de que en este ejercicio sería imposible obtener importantes ganancias con los bonos gubernamentales. En este sentido, si se atiende a las previsiones que manejan los expertos, el rendimiento del bono americano a 10 años se situaría en el 2,24% para finales del primer trimestre, frente al 1,84% en el que cotiza ahora. Y en el 2,45% para finales de junio.
Mínimos del bono a diez años
En Europa, solo la previsión de que el BCE se decida a hacer compras de deuda en su reunión de hoy, es decir, que anuncie un Quantitive Easing al estilo de los que ya han llevado a cabo otros bancos centrales como los de Reino Unido o Japón y, sobre todo, la Reserva Federal de EEUU, ha llevado al interés de la deuda española a una década al entorno del 1,53% (y eso que ayer ascendió). Una zona de mínimos en el que también cotiza el bono a 10 años alemán, cuya rentabilidad está en torno al 0,5%.
Las previsiones de la media de los bancos de inversión que recoge Bloomberg sitúan el interés del bono español a 10 años en el 1,65% para finales del primer trimestre, y en el 1,68% para el segundo. En cuanto al bund alemán, consideran que su rentabilidad se aproximará al 0,64% en el primer plazo y en el 0,78% en el segundo.
Las posibilidades de optar a rentabilidades en el mercado de deuda se reducen aún más si se tiene en cuenta el siguiente argumento. Según el índice Barclays Aggregate Bond Index, la expectativa de rentabilidad para una cartera representativa de bonos ha arrancado el año en el 0,7%.
Peores expectativas
La pregunta del millón estos días es quién será el beneficiado con el QE a la europea. Y en este sentido, los expertos están de acuerdo en que sería la bolsa. Opinan que, aunque el mercado ya está descontando el efecto del programa de deuda, la rentabilidad de los bonos podría seguir cayendo a medida que aumente la demanda por parte del BCE y, por ende, su precio. Y a la inversa.
En el mercado secundario -donde cotizan los títulos una vez emitidos- ayer los inversores, dominados por la incertidumbre, se decantaron por las ventas. La rentabilidad del bono español a 10 años se situaba en el entorno del 1,53%, por encima del 1,52% en que cerraba la sesión anterior.
Sin embargo, la prima de riesgo española descendía 6 puntos, hasta los 101 puntos básicos, si bien es cierto que este descenso fue provocado por las ventas, también, de bonos alemanes. Así, el rendimiento de su referencia a 10 años ascendió ayer hasta el 0,52%, por encima del 0,44% de la jornada anterior.