DURHAM, Carolina del norte, September 4 /PRNewswire/ -- Los pacientes de Europa del este y de Oriente Próximo con los vasos sanguíneos enfermos son los que tienen las mayores probabilidades de sufrir ataques al corazón y derrames, además de mostrar también las tasas más elevadas de fallecimiento a causa de estas enfermedades, en comparación con pacientes similares de otras regiones del mundo, según un análisis preliminar realizado a más de 68.000 pacientes de 44 países.
"Hemos descubierto que más del 10% de los europeos y del 9% de los ciudadanos que vienen en Oriente Próximo han fallecido o sufrido derrames o ataques al corazón", comentó el cardiólogo del Centro Médico de la Duke University, el doctor Magnus Ohman, quien ayudó a analizar un registro interno de pacientes que habían padecido o se sospechaba podían padecer enfermedades cardiovasculares. En comparación, el 7,3% de los norteamericanos con enfermedades similares fallecieron o sufrieron algún tipo de derrame o ataque al corazón, afirmó.
El 4% de los pacientes de Europa del este, el 3,58% de los pacientes de Oriente Próximo y el 3,37% de los pacientes de Norteamérica murieron a consecuencia de esta enfermedad, añadió.
"Basándonos en los datos recopilados hasta la fecha, hemos descubierto que los efectos de salud adversos debidos a la enfermedad cardiovascular o cerebrovascular ya no afectan sólo a la parte occidental e industrializada del planeta", comentó Ohman.
"En la actualidad estamos viendo cómo estas enfermedades, y los fallecimientos y discapacidades que causan, se han propagado a gran escala por otras partes del mundo", comentó. "Estos datos indican que los ataques al corazón y los derrames son una de las concienciaciones internacionales más urgentes, y son más preocupantes de lo que se pensaba anteriormente. Los descubrimientos también han sacado a la luz el tema de si la propagación de la cultura occidental va en detrimento para la salud general en el resto del mundo".
Ohman presentó sus últimos descubrimientos el 3 de septiembre de 2006 en el Congreso Mundial de Cardiología 2006, una reunión conjunta de la Sociedad Europea de Cardiología y de la Federación Mundial del Corazón, que este año se celebrará en Barcelona (España).
"Las diferencias regionales en los resultados de la salud observadas en este análisis se han debido a una combinación de factores, como la genética, dieta, cultura y calidad general y acceso a los sistemas de cuidado de la salud de varios países", comentó Ohman. "Los análisis futuros de los pacientes reclutados en este estudio deberán proporcionar una visión más precisa de lo que desarrollarán los factores en el detrimento de los resultados de la salud".
El análisis presentado por Ohman es parte de un proyecto internacional de colaboración de cuatro años de duración denominado REACH (REduction of Atherothrombosis for Continued Health, o Reeducación de la Aterotrombosis para Disfrutar de una Salud Continuada)
"El objetivo de este proyecto es conseguir una mejor comprensión de la incidencia global de la enfermedad aterotrombótica", comentó Ohman. "Este es el primer intento de realizarlo a gran escala. La mayor parte de los estudios cardiovasculares se centran en los tipos de pacientes específicos o en países individuales".
En REACH, que comenzó en 2004, los investigadores se centraron en los datos clínicos basados en las incidencias de las enfermedades causadas por los bloqueos en las arterias. Estas enfermedades incluyen los ataques al corazón, derrames y enfermedades arteriales periféricas. Los coágulos sanguíneos de las arterias que van al corazón son las principales causas de los ataques cardíacos, mientras que los bloqueos de las arterias que riegan el cerebro son responsables de más del 80% de los derrames. La enfermedad arterial periférica, causada por los bloqueos en las arterias de la pierna, puede hacer que caminar sea una actividad dolorosa y producir otro tipo de discapacidades, pudiendo ser necesaria la amputación de la extremidad.
De forma general, este espectro de enfermedades es conocido como enfermedad aterotrombótica.
El equipo de investigación está realizando un seguimiento a pacientes que han sufrido infartos, derrames o enfermedad arterial periférica o que cuentan con al menos tres factores de riesgo en lo que respecta a alguna enfermedad aterotrombótica, como fumar, diabetes, presión arterial elevada o colesterol alto. Los investigadores han experimentado varios fallecimientos, ataques cardíacos no mortales y derrames no mortales entre los pacientes del registro.
Con motivo de comparación posterior, los pacientes de REACH se han agrupado en siete regiones: Norteamérica, Latinoamérica, Europa occidental, Europa oriental, Oriente Próximo, Asia y Australia.
Durante su presentación, Ohman dio a conocer los descubrimientos que él y su equipo de investigadores habían realizado a la mitad del estudio.
"Los descubrimientos -afirmó- enfatizan la necesidad de centrar los esfuerzos globales para reducir el aumento de los casos de enfermedad aterotrombótica, tanto para los que ya han sufrido alguna enfermedad grave como para los que se encuentran en una fase de riesgo elevada de sufrir su primer episodio".
REACH dispone de los fondos de las compañías farmacéuticas Sanofi-Aventis y Bristol-Myers Squibb, además de la Waksman Foundation. Ohman es consultor de Sanofi-Aventis.
Contacto: Richard Merritt, +1-919-684-4148, Merri006@mc.duke.edu. Nota para los redactores: El doctor Magnus Ohman estará disponible en el teléfono +1-919-681-2069 o a través del e-mail Ohman001@mc.duke.edu.