
Con el año a punto de terminar, podría decirse que 2014 ha puesto los cimientos a la normalización de la política monetaria de la Reserva Federal. Con el fin de su tercera ronda de compra de bonos del Tesoro y activos respaldados por hipotecas, Janet Yellen y los funcionarios del banco central estadounidense buscan ahora el momento adecuado para comenzar a encarecer el precio del dinero.
Sin embargo, la presidenta de la Fed ya dijo que los miembros del Comité de Mercados Abiertos (FOMC, por sus siglas en inglés) tendrá "paciencia" antes de comenzar con una subida de tipos de interés, que para algunos debería haber comenzado ya. Dicho esto, el año que viene, el FOMC, el órgano encargado de dictar la política monetaria de la mayor economía del mundo, podría estar dominado por las palomas.
"El año que viene dos de los halcones como son Richard W. Fisher de la Fed de Dallas y Charles Plosser dejarán de tener voto en el Comité, lo mismo ocurrirá con Loretta Mester, de la Fed de Cleveland", explica Joseph LaVorgna, economista de Deutsche Bank. Tanto Fisher como Plosser se jubilarán en 2015. "En 2015 no habrá halcones en la mesa de votación del FOMC", asegura LaVorgna.
Según los cálculos que realizan desde Deutsche Bank, nuevos miembros con derecho a voto como Charles Evans, de la Fed de Chicago y Dennis Lockhart, de la Fed de Atlanta, son considerados palomas por excelencia, es decir, favorecen la política acomodaticia y suelen preocuparse menos por la inestabilidad financiera. Por el contrario los halcones están más pendientes de la inflación y suelen mostrarse en contra de las políticas excesivamente acomodaticias.
"Jeffrey Lacker, de la Fed de Richmond, y Jerome Powell, miembro del consejo de gobierno de la Fed, serán los únicos votos de centro", señala LaVorgna, quien justifica que Lacker fue caracterizado como halcón pero, sin embargo, ha moderado su posición durante los últimos años.
