Con el Dow Jones y el Standard & Poor´s 500 de nuevo en máximos, el rally navideño en Wall Street se mantiene viento en popa. Parece que el traspiés provocado por la caída en los precios del crudo y su impacto entre algunos países productores, como Rusia, se ha visto moderado por el optimismo sobre la marcha de la economía estadounidense de cara a 2015.
"Esperamos que el fin de año sea fuerte sin catalizadores que vayan a descarrilar nuestras predicciones", indica a elEconomista, Peter Knowles, estratega de Morgan Stanley, que espera que el S&P 500 termine 2015 en los 2.275 puntos, es decir, con un incremento del 10 por ciento con respecto a este año. "Esperamos que los beneficios de las compañías del S&P 500 crezcan un 7 por ciento", añade.
Un hecho en el que el precio del crudo juega un papel importante ya que a ojos de Morgan Stanley, "el efecto es positivo para la economía estadounidense". Si tenemos en cuenta que el consumo supone un 70 por ciento del PIB de la mayor economía del mundo y los precios de la gasolina tocan en estos momentos mínimos en más de cinco años, "el impacto de un petróleo barato debe ser positivo", reitera Knowles. De hecho, el Fondo Monetario Internacional estima que la caída en el precio del oro negro podría sumar hasta cinco décimas a su previsión de crecimiento para 2015, que en estos momentos se sitúa en el 3,1 por ciento, según las últimas proyecciones publicadas en octubre.
El estratega de Morgan Stanley defiende el optimismo del banco estadounidense de cara al año que viene afirmando que "no vemos demasiados riesgos". "Los mismos vientos en contra que en 2014 se mantienen: La Fed y la volatilidad", señala. En lo que se refiere al endurecimiento de la política monetaria estadounidense, Morgan Stanley espera que la primera subida de tipos llegue en 2016. Según Knowles, sólo "si la creación de empleo se acelera y se mantiene en las cifras del pasado noviembre podríamos ver cambios en la comunicación de la Fed y quizás deberíamos revisar nuestras previsiones".
En lo que respecta a la volatilidad, pese a que esta ha aumentado en lo que llevamos de año, "estamos volviendo a la media histórica", defiende Knowles, de ahí que la incertidumbre de las últimas semanas sea simplemente una señal más de que los inversores tendrán que acostumbrarse a un contexto bursátil algo más volátil. Un hecho que no preocupa en Morgan Stanley. "Preferimos centrarnos en otros aspectos, como la mejora del crecimiento, la inflación, que ya ha tocado fondo y la continuidad de la política acomodaticia del banco central de EEUU", indica.