El desplome actual de los precios del petróleo está demostrando ser el peor desde el colapso del sistema financiero en 2008 y amenaza con tener el mismo impacto global que tuvo la caída de los precios de hace tres décadas, que llevó a la crisis de la deuda de México y al fin de la Unión Soviética.
Rusia, el segundo mayor productor del mundo, ya no puede confiar en los mismos ingresos petroleros para rescatar a una economía que sufre de las sanciones europeas y estadounidenses. Estos factores, sumados a la incertidumbre sobre la economía, ha provocado el hundimiento de la cotización del rublo a mínimos históricos frente al dólar en la peor sesión de la moneda rusa desde la crisis de 1998. La bolsa de Moscú, por su parte, registra caídas cercanas al 2%.
Así, el 'billete verde' escalaba hasta un nuevo cambio récord de 53,4109 rublos, lo que representa una subida del dólar del 7,9% respecto al cierre del pasado viernes.
El desplome del precio del petróleo "parece hacer especialmente vulnerable" a Rusia, señala en declaraciones a Bloomberg Allan von Mehren, analista jefe de Danske Banke A. "Una fuerte caída en el precio del petróleo en 1997-1998 fue uno de los factores que provocaron la presión que finalmente llevó a Rusia al default en 1998". Y hoy Moscú está atrapado en medio de la guerra del petróleo entre Arabia Saudí y EEUU sin tener voz ni voto.
VTB Group, el segundo mayor banco de Rusia, OAO Gazprombank, su tercer mayor prestamista, y el Agricultural Bank ya están buscando la ayuda del gobierno para recapitalizarse tras notar los efectos de las sanciones en los mercados financieros internacionales. Ahora no solo se enfrentan a las debilidades del crecimiento económico, si no también a un aumento de la morosidad.
El petróleo y el gas proporcionan el 68% de las exportaciones de Rusia y el 50% de su presupuesto federal.
En lo que va de año el rublo acumula una depreciación cercana al 60% respecto al dólar, en un contexto de fuerte descenso en el precio del petróleo Brent que desde julio ha pasado de los 110 dólares a menos de 68 dólares, mínimos de cinco años.
El pasado 5 de noviembre, además, el Banco de Rusia anunció que limitaría su intervención en los mercados en defensa del rublo. Desde entonces la moneda rusa ha experimentado una depreciación del 19%. Desde junio, el Banco de Rusia ha gastado un 10% de sus reservas internacionales (47.000 millones de dólares) en intentar frenar la depreciación de su divisa y no ha servido de nada.
Mientras el ministro de Economía de Rusia y algunos ejecutivos de la industria petrolera han advertido de los tiempos difíciles que están por venir, el presidente Vladimir Putin es optimista. "Estoy seguro de que el mercado va a entrar en equilibrio una vez más en el primer trimestre o hacia mediados del próximo año", señalo el viernes el presidente ruso en declaraciones que recoge Bloomberg.