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Morales afronta nuevas protestas tras superar paro de chóferes

La Paz, 30 ago (EFECOM).- El presidente boliviano, Evo Morales, se enfrenta hoy a otra jornada de protestas, con dos paros cívicos en regiones del sur y huelgas de maestros y trabajadores sanitarios, tras lograr anoche un acuerdo con la confederación de chóferes del transporte público, que paralizó parcialmente el país el martes.

Los maestros urbanos, descontentos con las políticas del ministro de Educación, Félix Patzi, cumplen hoy su segundo y último día de paro, mientras que los sanitarios de la Caja Nacional de Salud están en la segunda de tres jornadas de huelga, convocada en protesta por la reestructuración de esa entidad estatal.

Los comités cívicos de los departamentos de Chuquisaca y Tarija, en el sur del país, convocaron también para hoy a huelgas generalizadas de ciudadanos, por la falta de respuesta del gobierno del ex líder sindical Morales a diferentes demandas.

En Chuquisaca, el paro derivó en la suspensión de actividades en el aeropuerto de Sucre, capital oficial de Bolivia y de ese departamento, y sede de la Asamblea Constituyente.

La alcaldesa de Sucre, Aidée Nava, confirmó hoy que está desde el martes en huelga de hambre, junto con varios dirigentes regionales, y apoya el paro cívico para exigir al gobierno la construcción de un nuevo aeropuerto y otras obras.

Aseguró, sin embargo, que las presiones iniciadas y las movilizaciones callejeras programadas no afectarán las sesiones de la Constituyente, y expresó su confianza en que el conflicto se solucione hoy mismo, ya que el gobierno está analizando las demandas de los huelguistas en Chuquisaca en una reunión de gabinete.

En la ciudad sureña de Tarija, capital del departamento homónimo, el Comité Cívico también convocó el martes a un paro que debe concluir este mediodía, y que ha sido seguido, entre otros sectores, por bancos, universidades, la alcaldía y la prefectura (gobernación).

El presidente del comité, Francisco Navajas, dijo a Efe que la huelga se convocó en solidaridad con las protestas que realizan los tarijeños que viven cerca de la frontera con Argentina, que reclaman facilidades para el comercio limítrofe.

Ese conflicto comenzó el pasado jueves con protestas a ambos lados del límite y tuvo su peor momento el martes, cuando manifestantes bolivianos obligaron a empleados de Transredes, filial de las petroleras británicas Shell y Ashmore, a cerrar las válvulas de bombeo de gas hacia Argentina.

La exportación del hidrocarburo se reanudó doce horas después, luego de una intervención policial y militar en las instalaciones de la empresa, y tras el envío de una misión del gobierno para negociar la suspensión de las medidas de presión.

Desde primeras horas de hoy, el presidente Morales analiza con su gabinete las diferentes demandas regionales y sindicales.

Antes de entrar a la reunión, el vicepresidente, Alvaro García Linera, dijo que el Ejecutivo está "muy contento" con la solución de la huelga de los transportistas.

Esa medida paralizó el martes parcialmente varias ciudades y fue suspendida anoche, luego de que los chóferes alcanzaran un acuerdo con el gobierno para reformar las normas de tráfico y asegurar el abastecimiento de gasóleo a los vehículos de servicio público.

El vicepresidente señaló que, en cambio, está "preocupado y apenado" por la huelga de los maestros, porque "quienes son maltratados y perjudicados son los alumnos".

García Linera acusó a los dirigentes de los maestros de ser "terriblemente conservadores" y de causar "demasiado daño" a la educación pública.

También reiteró que Morales, a pesar de la presión de los maestros, no destituirá al ministro Patzi, intelectual aimara que impulsa una reforma educativa que rechazan, entre otros sectores, los docentes urbanos, las universidades y la Iglesia católica, por diferentes razones. EFECOM

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