
Taiwán se está convirtiendo en 2014 en uno de los focos financieros internacionales para los emisores de deuda corporativa y bancaria. Las autoridades de la región han conseguido crear un entorno de tipos de interés bajos, escasa burocracia, facilidades fiscales y una elevada demanda de papel que beneficia a las empresas internacionales.
La multinacional estadounidense de las telecomunicaciones AT&T acudió al país el martes para realizar la mayor emisión de bonos en divisa extranjera en la historia de Taiwán. La teleco colocó 1.295 millones de dólares en títulos a 30 años pagando un cupón del 4,7%. No es la única. Verizon acudió un mes antes para levantar 870 millones. También grandes bancos internacionales han acudido al país recientemente, como son los casos de Deutsche Bank, Lloyds, Credit Suisse o Nomura.
Deuda a largo plazo
Un paraíso para los emisores internacionales que, además, han encontrado un gran apetito por la deuda a largo plazo. La mayor parte de las emisiones realizadas en los últimos meses han sido con vencimientos a 20 o 30 años.
En mayo, las autoridades de Taiwán decidieron eliminar las cuotas impuestas a emisores internacionales en divisa extranjera. Una decisión que ha permitido multiplicar este mercado por ocho en lo que va de año. Uno de los principales colocadores del país, SinoPac Securities, prevé que las colocaciones de deuda en moneda foránea alcancen los 20.000 millones de dólares en 2015, frente a los 1.800 millones de 2013. Entre las ventajas que ofrece el país se encuentran unos tipos de interés más bajos que en otras regiones, gracias al contexto de política monetaria laxa; un fuerte apetito por la deuda internacional de aseguradoras locales y grandes facilidades fiscales y burocráticas de las autoridades de la región.