
El Ibex cae a mínimos del año, el EuroStoxx pierde soportes y Wall Street confirma la ruptura bajista. La esperanza es lo último que se pierde, hasta que también se pierde. Y por si hasta ahora los alcistas no tenían suficientes argumentos para salir huyendo del mercado o cambiar su chaqueta por la piel del oso (bajista), ayer tuvieron la confirmación definitiva.
El Ibex (IBEX.MC) cayó a los mínimos del año (no perdió los intradiarios, pero puede ser cuestión de horas), el EuroStoxx perforó otro soporte, los 3.415 puntos, y Wall Street confirmó la ruptura bajista de los últimos días.
La confirmó porque el último índice que faltaba por perder soportes, el Russell 2000 -que agrupa a los valores pequeños y medianos- perforó los 714 puntos con un batacazo del 1,65%, en un movimiento calcado al del Dow Jones Transportes del lunes. Los grandes índices no cayeron mucho, pero de nuevo fueron incapaces de un mínimo rebote a pesar de la sobreventa: el Dow Jones bajó el 0,29%, el S&P se dejó el 0,29% y el Nasdaq volvió a ser el líder bajista con un descenso del 0,73%.
Por supuesto, no se puede descartar un fuerte rebote desde los niveles actuales; de hecho, sería lo normal dada la sobreventa y la violencia de la caída. Ese rebote pondría en duda la ruptura bajista y haría que el grueso de los analistas hablara de que el mercado ha hecho suelo. Y es posible que tengan razón: en correcciones anteriores hemos visto ligeras perforaciones de soportes críticos que resultaron falsas (trampas para osos) y niveles de sobreventa superiores a los actuales.
Pero esto, aunque posible, no es lo más probable. Mucho tendrían que cambiar las cosas para que podamos hablar de un suelo fiable, y los índices tendrían que subir bastante para empezar a considerarlo (por ejemplo, el Ibex debería superar los 13.000). Mientras eso no ocurra, los bajistas siguen al mando y lo más probable es ver nuevas caídas que pueden ser mucho mayores de lo que nadie imagina.
Ayer se publicó una caída del 15,3% del precio de la vivienda en EEUU en el último año, con lo que vuelve a niveles de 2004; así como una caída de la confianza del consumidor hasta 50,4 puntos cuando se esperaban 56. El único respiro vino del petróleo, que llegó a 140 dólares pero recayó a 137.
Hoy tendremos la gran cita de la semana, la reunión de la Fed. Cada vez más gente piensa que, con estos malos datos económicos, Bernanke no tiene margen para subir tipos, aunque mantendrá su discurso duro contra la inflación. Además, tendremos los pedidos de bienes duraderos y las ventas de viviendas nuevas.