La mayor operación de la historia de la gasista, que ha pagado 6.000 millones por la chilena Compañía General de Electricidad, ha sido recibida con incertidumbre en el parqué, donde ha llegado a caer un 4,93%.
Los analistas achacan las dudas sobre la operación al incremento de un 35% de la deuda de Gas Natural, pues la adquisición, valorada en 6.000 millones de euros, supondrá para la compañía española el lanzamiento de una opa por 2.600 millones de euros en los próximos diez días y asumir una deuda por 3.400 millones de euros.
"Creemos que la compra tiene lógica estratégica y, además, unos mayores niveles de deuda son positivos para la compañía desde la perspectiva del coste de capital, (...) sin embargo, estamos decepcionados inicialmente con los términos de la transacción", explican desde JB Capital Markets.
En la misma línea se pronuncian desde Barclays que consideran que el desembolso es "algo caro". En su análisis recogido por EP, la firma británica concluye que el importe incluido en la operación implica valorar la adquirida en 10,5 veces el beneficio bruto de explotación (Ebitda), "lo que parece algo caro".
"Gas Natural es, de las utilities integradas del Sur de Europa, la de más rápido desapalancamiento" y "esta compra podría generar ciertas preocupaciones acerca de sus perspectivas de empleo de capital", indican los expertos de la entidad.
Barclays señala además que el último plan estratégico de la compañía hacia énfasis en la eficiencia de costes, en el crecimiento orgánico en las regiones con "masa crítica" disponible y en un ritmo "sostenible" de reparto de dividendos.
Estas dudas han llevado a su cotización hasta una zona clave, donde, según asegura Carlos Almarza, analista de Ecotrader, el título "intenta recuperar la zona de soporte anterior", los 21,5 euros. Por encima de este precio, Gas Natural alejaría la posibilidad de deterioro.
Compra la chilena
