
Escocia, los estímulos del Banco Central Europeo, las sanciones a Rusia, la debilidad de la economía de la eurozona... Muchas son las incertidumbres que se ciernen sobre el Viejo Continente, a lo que los inversores han preferido ser prudentes y recoger beneficios en el mercado de renta fija. Las ventas de bonos periféricos se han sucedido durante los últimos cinco días, lo que ha provocado el mayor avance semanal de la rentabilidad del bono español a 10 años de su historia. Los datos del mercado secundario, que arrancan en 1993, nunca habían dejado una cifra tan elevada: una subida del interés del 14,8%.
Hasta esta semana, el mayor avance semanal se había producido en octubre de 1998, cuando la rentabilidad del título español subió un 12,89%. Por su parte, desde la entrada en circulación del euro, los peores cinco días del bono los vivió en enero de 2012, cuando su interés ascendió en un 12,18%.
Los inversores exigen ahora una rentabilidad a la deuda soberana a 10 años del 2,346% en el mercado secundario, mientras que la semana pasada cerró en el mínimo histórico del 2,04%. Un avance que llega en un momento delicado para el Tesoro, ya que la próxima semana encara una doble subasta de deuda. El martes emitirá letras a 6 y 12 meses y el jueves bonos y obligaciones a tres años.
Hay que relativizar las cifras
A pesar de que el avance pueda parecer escandaloso, conviene relativizar estas cifras, por dos motivos principales. El primero es que el avance de la rentabilidad llega desde la zona de mínimos históricos, por lo que es normal una recogida de beneficios de los inversores. En segundo lugar, dados los niveles tan bajos de rentabilidad en los que cotiza el bono español, una subida de 30 puntos básicos significa un avance muy fuerte sobre el total.
En los años más complicados de la crisis financiera, cuando las dudas sobre la supervivencia del euro eran más claras, el bono español llegó a avanzar 66 puntos básicos en una semana. Más del doble de la cifra actual. Fue en junio de 2012, fechas en las que el bono se situaba en el entorno del 7%, por lo que el avance porcentual apenas superó el 10%.
