Bolsa, mercados y cotizaciones

Para ganar más de un 0% se necesita gestión activa

En un entorno de bajos tipos de interés, que se prolongará al menos durante el próximo año en Europa -salvo que se produzca un cambio de tendencia inesperada-, la gestión activa se vuelve más importante que nunca para rascar una rentabilidad adicional a la renta variable y sobre todo a la renta fija.

Ese fue el eje sobre el que giró el debate generado ayer en el observatorio celebrado en elEconomista con la colaboración de Banco Sabadell, bajo el nombre de "Nuevos productos de ahorro: Fondos de inversión de gestión activa, una apuesta de valor".

Hoy da igual hacia qué activo mire el inversor: renta pública, privada o productos conservadores como depósitos. Ninguno ofrece ahora las rentabilidades del pasado. ¿Significa entonces que la única forma de rentabilizar una inversión pasa por la bolsa? No. Para Ana Rivero, directora de productos e inteligencia de mercado en Santander Asset Management España, esta situación, que se mantendrá a lo largo de 2015, hará que el inversor se vea obligado a tomar decisiones. "Si lo que quiere es una rentabilidad superior al 0 por ciento, necesitará una gestión activa", apunta.

El motivo lo explica Cirus Andreu, subdirector general y director de inversiones, producto y análisis de Banco Sabadell: "Los últimos años han sido de olas. Es decir, de movimientos que se producían por la percepción de riesgo, por la macroeconomía o por la política fiscal. Y en la medida en que esos movimientos han vuelto a sus niveles cómodos y de equilibrio, existe la necesidad de buscar activos en los que haya un recorrido particular".

Gestión activa en el parqué...

El de las bolsas está más que explotado. Algunos de los índices estadounidenses revalidan sus máximos día tras día y eso no impide que el dinero siga entrando en los parqués del Viejo Continente. "Se ha perdido el miedo a la renta variable hasta que vuelva", explica Sebastián Velasco, director general de Fidelity. Aún así, "es importante que la renta variable forme parte de una cartera y que su peso dependa del riesgo que esté dispuesto a asumir el inversor. Ahora bien, pensamos que Estados Unidos seguirá siendo el motor global de la economía en los próximos meses, mientras que será mejor ser cautos en Europa".

También se muestran favorables con la renta variable en Axa IM, aunque con matices. "La clave será ser muy selectivos. No todo valdrá. Algunos sectores están ya sobrecomprados, pero también habrá muchos otros que ofrezcan oportunidades", asegura Juan Carlos Domínguez, director de ventas en España y Portugal de AXA IM. "Nosotros en particular estamos positivos en small caps porque son más inmunes a los ruidos que se producen en el mercado y están orientadas a crecimiento. Ofrecen un entorno perfecto para un gestor activo que aporte valor en esa selección", añade.

Domínguez explica también que otra de las recomendaciones en renta variable es alejarse de los índices de referencia. Y es que es en estos momentos cuando la industria considera que puede ampliar esa diferencia de rentabilidad que ofrecen productos como los ETF's -fondos cotizados de inversión que replican los movimientos de un índice-. Es su prueba de fuego. En contextos como el actual es donde los gestores tienen la oportunidad de diferenciarse, sobre todo a partir del próximo año, cuando el ahorrador se percate de que necesita tomar decisiones, cambiar esa inversión que ya no le está proporcionando ningún interés y busque quien ofrezca ese plus.

Además de que los expertos opinan que estos activos, los ETFs, son más recomendables para el institucional que para el minorista, hay que añadir el hecho de que ninguno de estos productos "bate a su índice de referencia por los costes", explica Sebastián Velasco, de Fidelity.

...y más en la renta fija

Si hay un campo en el que se ha vuelto más necesaria si cabe la gestión activa es en la renta fija. Las altas rentabilidades que se han embolsado los gestores que supieron comprar en los momentos de tensión dentro de la periferia europea parecen difíciles de repetir. El escenario también será muy distinto aquí a partir de los próximos meses. Para Cirus Andreu, "los fondos de menor riesgo van a pelear por conseguir rentabilidades del entorno del 1 por ciento. Y los de mayor riesgo, por estar en rentabilidades de alrededor del 5 por ciento". No obstante, "más que establecer cuál es el objetivo de rentabilidad, lo importante es fijar cuál es el objetivo de volatilidad", opina Javier Mallo, director en España de Legg Mason.

Estamos hablando de cifras muy inferiores a las de un pasado demasiado reciente aún. De entrada, además, en estos activos es más esencial dedicar esfuerzos a una selección por la naturaleza tan poco homogénea que tiene la renta fija, donde el universo de deuda es mucho mayor que en la renta variable. Y ya no vale eso de invertir en deuda soberana que ofrecen atractivas rentabilidades, porque ahora un bono español paga alrededor de un 2 por ciento.

De hecho, la industria es consciente de este esfuerzo cada vez mayor para seleccionar deuda atractiva. "Todas las gestoras estamos invirtiendo en nuestros equipos de renta fija porque en la medida en que hemos salido de los activos de deuda pública y los hemos sustituido por la deuda de empresas (y cada vez de zonas más alejadas) necesitamos más medios para obtener resultados de la calidad que el mercado nos impone", confiesa Cirus Andreu.

El espectro es cuanto menos amplio y heterogéneo y el inversor reclama precisamente que poco a poco se incluyan más activos diferentes en su cartera, pese a que quiera mantener un tono conservador. "Cuando vemos cómo se repartía el patrimonio de los españoles en fondos de renta fija en 2008, veíamos que todo eran monetarios, garantizados y renta fija europea con grado de inversión. En 2013, en cambio, ha aparecido una partida que representa ya el 10 por ciento y que incluye high yield, fondos globales de renta fija o fondos de bonos ligados a la inflación. Esto era impensable hace seis o siete años y refleja esa búsqueda de rentabilidad desde distintas subclases de renta fija", explica Sebastián Velasco.

Ahora bien, no hay que perder de vista que el ahorrador español sigue siendo muy conservador y que al final el trabajo de la entidad no es el de convencerle de asumir más riesgo, sino de adaptarse a sus necesidades. Como manifiesta Ana Rivero, quizá ha llegado la hora -y la necesidad- de reinventarse. "Hay que ser un poco humildes en la industria. No debemos de pretender educar al ahorrador como si éste no tuviera capacidad para decidir que no quiere riesgo. Creo que la industria tiene la obligación de reinventar los productos conservadores, porque habrá gente que nunca va a querer tener un 40 por ciento de renta variable en ningún caso en una cartera y con todo el derecho", expresa la experta.

De hecho, aproximadamente el 45 por ciento del ahorro financiero de las familias españolas se encuentra inmerso en un activo conservador, como es el depósito. Y es la caída de sus intereses, precisamente, la que ha forzado esa búsqueda de alternativas de corte similar. El gran beneficiado ha sido el fondo mixto -el que invierte parte de su cartera en renta fija y parte en renta variable-, que se ha proclamado como el claro favorito como paso intermedio antes de dar el salto a los fondos de inversión.

Tal y como explica Sebastián Velasco, desde Fidelity, lo positivo que deja el entorno de bajos tipos de interés es que "ahora se puede iniciar una conversación entre el asesor financiero y el inversor-ahorrador sobre cuál es la mejor forma de invertir el patrimonio del cliente". Y antes, ese escenario era impensable con un sector bancario que ofrecía rendimientos del 4 por ciento por el simple hecho de depositar el ahorro durante un año.

Eso ha permitido, en parte, que la categoría de los fondos mixtos sea una de las que más suscripciones netas ha tenido en los últimos meses. Lo corrobora Ana Rivero, de Santander AM, que asegura que en su entidad ha visto cómo ha entrado dinero hacia esta categoría.

Eso sí, que esta tendencia tenga continuidad dependerá de que se perfeccionen algunos detalles. "Perfilar el producto en función del riesgo es algo que todavía tenemos que perfeccionar. Aún tenemos que ser capaces también de explicar de forma comprensible al inversor qué significa la pérdida esperada del fondo, por ejemplo", matiza Javier Mallo, de Legg Mason.

Comisiones, ¿sí o no?

El papel que ocupan justo ahora las comisiones de gestión en los fondos de inversión de renta fija, por eso de sus menguadas rentabilidades, es otro objeto de debate. Sin ir más lejos, este año han sido muchos los fondos monetarios que han decidido levantar el peaje de las comisiones para ofrecer algo de rentabilidad a los inversores. Sin embargo, la opinión del sector al respecto es clara.

"La preocupación en comisiones no va tanto por el importe, que está en línea con otros países o ligeramente por debajo, lo que se necesita es dar más trasparencia hacia dónde van las comisiones", explica Sebastián Velasco, desde Fidelity. "Que el inversor sepa que una parte va para la gestora, otra para el asesor financiero... Solo así se va a poder elegir un gestor u otro entendiendo cuáes son los costes reales que se están aplicando en esa parte de la cadena de valor", sentencia.

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Comentarios 1

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phanton
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En Contra

¿Qué tendrán que ver los bajos tipos de interés con que para ganar algo en Bolsa se requieran gestiones activas?

La gestión pasiva se ha demostrado en numerosas ocasiones que supera casi siempre a la activa.

Otra cosa es que no interesa que se sepa...

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