Bolsa, mercados y cotizaciones

La creación de sicavs remonta hasta 2007 y anticipa el mejor año de la década

  • Desde comienzos de 2014 han surgido 160 nuevas sociedades

No ha hecho falta esperar al fin de 2014 para ver a las instituciones de inversión colectiva marcar otro hito. Las sicavs crecen a velocidad de crucero, y desde comienzos de año han visto la luz 160, una cifra que no sólo supera a las 115 de todo 2013, sino que obliga a retrotraerse hasta 2007 para encontrar un nivel similar, según los datos de la CNMV.

Lejos quedan las paupérrimas cifras de años anteriores, cuando los teóricos productos para ricos -muchos de ellos están abiertos a particulares- se diluyeron como un azucarillo tras la crisis financiera desatada por Lehman Brothers y el perjuicio de la marca España. En 2010 y 2012 apenas vieron la luz una treintena de sociedades. Pero además de apreciar la creación de sicavs también hay que tener en cuenta cuántas han sido excluidas, para calcular el saldo neto.

En este caso, las cifras son incluso más altas respecto al año pasado: en 2013 se cerraron 37 sicavs, frente a las 28 que han echado el cerrojo este año, según el registro de BME. Por tanto, el saldo neto sería de 78 en 2013 y de 132 en 2014.

No en vano, si el ritmo de crecimiento de nuevas sociedades sigue igual, la proyección para finales de año podría ser de unas 235 sociedades nuevas (ver gráfico).

La rentabilidad implica riesgo

"Las razones son varias, pero claramente se está viendo que esas necesidades de liquidez que tenían los inversores durante la crisis se han parado, algo que estaba drenando mucho la creación de nuevas sociedades", explica Ángel Martínez Aldama, director general de Inverco. También influye positivamente la nueva marcha de los mercados, que dirige a los inversores hacia productos mixtos y de renta variable.

Para Rafael Soldevilla, director de productos y servicios de A&G, hay dos razones fundamentales: "En primer lugar, los inversores buscan maximizar su rentabilidad financiera-fiscal y para ello la inversión a través de vehículos de capitalización es una opción idónea. Además, el cambio en la tributación de las plusvalías generadas en periodos inferiores a un año ha aumentado la ventaja fiscal de las IICs.

En segundo lugar, la situación actual del mercado con tipos de interés en mínimos históricos no permite conseguir rentabilidades atractivas a través de la inversión en bonos o depósitos. En este entorno los inversores buscan rentabilidad en activos más complejos de gestionar como la renta variable o estrategias de inversión alternativa, para lo que se hace más conveniente contar con un gestor profesional", sugiere.

Precisamente, las ventajas de las sociedades de inversión de capital variable son dos: por una parte, eliminar los altos peajes fiscales que tienen algunos productos de inversión y, por otra, facilitar una gestión activa del patrimonio. No hay que olvidar que cualquier inversor puede acceder a ellas porque cotizan en el MAB -los requisitos son una inversión mínima de 2,4 millones de euros y reunir, al menos, 100 inversores-.

En cuanto a su fiscalidad, tributan al 1 por ciento de las plusvalías mientras se mantengan las participaciones, como los fondos de inversión y los planes de pensiones. Un régimen muy diferente al de Luxemburgo, donde tributan del 0,01 al 0,05 por ciento sobre el patrimonio.

Por otra parte, entre las ventajas de gestión se acelera la necesidad de bajar los costes por mover una cartera de renta fija en un momento en el que lograr rentabilidades del 1,5-2 por ciento es el objetivo que puede ser canibalizado por las comisiones.

Otro catalizador ha sido la mejor percepción de la economía española. En este sentido, Aldama insiste: "La marca España ya no resta como en 2011, cuando era una cuestión notable y muchos inversores se decantaban por la custodia extranjera. Esto se está revirtiendo". Una idea que puntualizan desde A&G: "La economía ha vuelto a crecer y con ello se han vuelto a generar bolsas financieras que se están canalizando a través de sicavs".

Dinero llama a dinero

Está claro. Estos instrumentos han sabido resugir de sus cenizas como el ave Fénix. Entre las 3.163 sicavs que a día de hoy hay domiciliadas en España han conseguido atraer ya 1.657 millones de euros, esto es, apenas un 2 por ciento menos de todo lo captado en el conjunto de 2013.

La entrada de dinero se une, además, a la buena evolución de las carteras. Según Morningstar, de las 3.163 sicavs que hay domiciliadas en España sólo 110 acumulan pérdidas en 2014, un 3,4 por ciento del total. De media, su rentabilidad en el año es del 4,81 por ciento.

No obstante, son las más pequeñas quienes tienen el mejor comportamiento: Anpora Inversiones sube un 34,7 por ciento y Finen Inversiones un 32,3 por ciento en 2014 -ambas tienen un patrimonio de 5 millones de euros-. El éxito de su gestión reside en la flexibilidad de la que disponen a la hora de invertir.

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