
Que el precio del crudo suele subir en verano es un mito que se ha roto y con fuerza este año. Desde el 20 de junio, cuando marcó sus máximos del año, el barril Brent, de referencia en Europa, se ha derrumbado desde los 115,06 a los 104,09 dólares -ayer por fin subió un 1%-. En total, acumula ya un descenso del 9,5%, convirtiéndose en el peor verano para esta materia prima desde 2008. El mismo camino bajista está viviendo el crudo americano, el West Texas, que cede un 9,2% en el mismo periodo.
Quienes más están sufriendo ese descalabro en bolsa son las compañías del sector. Las 20 mayores por capitalización acumulan un descenso medio en bolsa en el mismo periodo que se acerca al 4%. Esto, en cifras, se traduce en que han visto volar unos 67.000 millones de euros en conjunto de su valor bursátil.
El desplome del oro negro tiene mucho que ver con la nueva práctica de extracción -el fracking- que se ha convertido en el argumento por el que muchos creen que en poco tiempo EEUU se convertirá en independiente energéticamente. Además, la Agencia Internacional de la Energía ya ha rebajado sus expectativas de consumo de petróleo para este año y el próximo, después de que se haya constatado que el crecimiento de la demanda cayó al nivel más bajo desde 2012 en el último trimestre. "Norteamérica está produciendo una increíble cantidad de petróleo que antes solía importar. El mundo no necesita tanto", apunta Ed Morse, jefe de análisis de materias primas en Citigroup, en declaraciones a Bloomberg. El experto hacía referencia a que Estados Unidos está bombeando el mayor volumen de petróleo de los últimos 27 años, según esta agencia.
Así, las compañías relacionadas con el crudo no están viviendo su mejor momento en bolsa. Las caídas que sufren desde que el precio del oro negro tocó máximos van desde el entorno del 10% -que sufren Eni o Total- hasta pérdidas nimias de alrededor de un 1%, como es el caso de Royal Dutch Shell. Pero la otra cara de la corrección en bolsa, menos amarga, es que ese descenso ha servido para abaratar al sector. Las 20 mayores petroleras occidentales se cazan ahora un 5,4% menos caras que el 20 de junio. Entre las europeas, la británica BP se ha abaratado un 9,7% -hoy el inversor paga 9,7 veces por los beneficios previstos para este año, frente a las 10,8 veces que debía desembolsar cuando el petróleo estaba en máximos anuales-; y Total y Repsol son ahora en torno a un 7% más atractivas por precio. El PER -número de veces que el beneficio se recoge en el precio de la acción- de la española ha caído hasta las 13,3 veces, desde las 14,3 veces anteriores.
