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Los emergentes piden su Bretton Woods

Foto: Archivo

En julio de 1944 los líderes mundiales se reunían en Bretton Woods para determinar el nuevo orden internacional en las postrimerías de la Segunda Guerra Mundial. En el Hotel Mount Washington firmaron la creación del patrón cambio oro y de dos organismos que han jugado un papel clave, el FMI y el Banco Mundial. Setenta años después, el debate sobre el sistema monetario idóneo sigue vivo

El maravilloso Mago de Oz, Lyman Frank Baum, 1900. A finales del siglo XIX y el inicio del XX el debate económico imperante en EEUU era el del sistema monetario idóneo para el país. El popular cuento de las aventuras de Dorothy Gayle es una metáfora de este debate, cargado de simbolismos. En el mundo de Oz (diminutivo de onza, en inglés) están representadas las corrientes sociales e ideológicas de la época, en el que destacan el camino de baldosas amarillas, una alegoría del patrón oro simbolizado en las onzas de este metal. Además, la protagonista, Dorothy, viste unos zapatos plateados que representan el patrón bimetálico de plata y oro.

El debate sobre el camino de baldosas amarillas se repitió en la década de los cuarenta. En el inicio del verano de 1944 el destino de la Segunda Guerra Mundial ya estaba clarificado y las potencias ganadoras preparaban el nuevo escenario mundial. Una de las intenciones era buscar una paz sin vencedores ni vencidos que evitase una situación como la surgida después de la Primera Guerra Mundial y del Tratado de Versalles. El prestigioso economista británico John Maynard Keynes escribiría, a raíz de este acuerdo de 1919, su prestigioso libro Las consecuencias económicas de la paz en el que advertía de los efectos fatales que este acuerdo traería para Alemania. 25 años después, Keynes sería uno de los protagonistas principales en la redacción de los Acuerdos de Bretton Woods, junto con el economista estadounidense Harry Dexter White. Las reuniones se produjeron entre los días 1 y 22 de julio de 1944 y el sistema elegido sería el conocido como patrón cambio oro o de convertibilidad del dólar en oro. Se fijó un entramado de paridades de cambio fijas de todas las divisas del mundo, así como un nivel de valoración para el oro: 35 dólares por onza, con un margen de fluctuación del 1 por ciento. Además se crearon dos de las grandes instituciones financieras mundiales: el FMI y el Banco Mundial.

Setenta años después, el debate sobre el patrón oro o sobre un patrón de cambios fijos sigue vigente y muchos economistas piden volver a estos sistemas y acabar con el control de los bancos centrales. Entre sus principales argumentos se encuentran el control de la inflación, debido a que la oferta de dinero se limita a las reservas del metal. Al mismo tiempo, culpan a las entidades como la Fed de ser las culpables de la crisis financiera desatada en 2008 con sus políticas de tipos de interés bajos.

El final de la convertibilidad del dólar la dictó el que era presidente de EEUU, Richard Nixon, el 15 de agosto de 1971. Los ataques especulativos contra las divisas reserva, la libra y el dólar, fueron cada vez más agresivos, hasta el punto de que el sistema fue insostenible. Los déficit comerciales estadounidenses hicieron que muchos inversores desconfiaran del dólar y decidiesen cambiar sus monedas por onzas de oro, lo que vació las reservas del metal. "En las últimas semanas, los especuladores han estado librando una guerra total contra el dólar", expuso Nixon en un discurso en el que anunciaba una medida temporal y que, a la postre, resultaría permanente. Comenzó entonces el experimento de la flotación de las divisas que sigue vigente. El expresidente de la Fed, Ben Bernanke, es un defensor del sistema de bancos centrales como patrones monetarios: "en el mundo moderno, someterse al patrón oro implicaría jurar que bajo ninguna circunstancia, por muy alto que fuera el paro, recurriríamos a la política monetaria", escribe en su libro Mis años en la Reserva Federal.

Depósito de valor

A partir de 1971, cuando Nixon interrumpió la convertibilidad y el oro mostró su esencia intrínseca, la de depósito de valor. El oro se convirtió en un activo en el que refugiarse no sólo del avance de los precios, sino también de las crisis. Desde entonces se ha apreciado más de un 3.500 por ciento (llegó hasta el 5.300 por ciento 2011), sin duda uno de los activos más alcistas en estos 43 años. Un ejemplo es la comparativa con el Dow Jones, que ha avanzado un 1.800 por ciento.

Desde 1944 el mundo ha cambiado mucho. La caída de la URSS dejó paso a una nueva potencia, China, que rodeada de los emergentes, reclama un peso mayor en el mundo. La fecha 15 de julio de 2014 y el lugar, Fortaleza, Brasil, podría quedar para la historia como lo hizo Bretton Woods. Los BRICS acordaron la creación de su propio fondo monetario independiente del FMI, el Acuerdo de Contingencia de Divisas; así como un banco al margen del Banco Mundial, el Nuevo Banco de Desarrollo. De este modo proponen una nueva concepción de la cooperación al margen de la batuta occidental.

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