MADRID, 23 (EUROPA PRESS)
Las fuertes y continuadas tasas de crecimiento económico en países emergentes altamente poblados afectarán, a largo plazo, a la oferta y demanda de los recursos naturales, según un estudio de UBS.
Los déficits continuados para cubrir la demanda de petróleo, un pico en la producción durante el próximo cuarto de siglo y las limitadas inversiones en la búsqueda de yacimientos de metales comunes podrían limitar cualquier expansión inmediata de la producción.
El banco de inversión indica que la producción de gas natural y otros sustitutos del combustible podrían crecer en importancia para resolver el incremento global del consumo energético. Así estima que la aparición de sustitutos del petróleo reducirá la dependencia del crudo, y las reservas de metales comunes podrán ser suficientes para resolver la proyectada demanda futura.
Los países desarrollados continuarán siendo los mayores consumidores de recursos naturales. No obstante, el crecimiento futuro de la demanda provendrá de los países emergentes, en los que la renta per cápita aumentará en mayor proporción a la de los países desarrollados.
PREVISIONES DE LA OFERTA Y LA DEMANDA
La inestabilidad geopolítica de los principales países productores hará que, durante los próximos cinco años, se den situaciones de desequilibrio entre el suministro y el consumo de petróleo, con un pico de producción a largo plazo entre 2015 y 2020, según previsión de UBS.
La esperada desaceleración del crecimiento del suministro de crudo y el potencial de un crecimiento mucho más rápido en la producción de gas natural sugieren que este último eclipsará la producción de petróleo hacia el 2030.
No obstante, las futuras energías sustitutivas del crudo requerirán una sustancial innovación tecnológica, el desarrollo de nuevas infraestructuras, y la buena disposición de los gobiernos para la eliminación de las subvenciones de otras energías.
Respecto a los metales comunes, se prevé que las reservas disminuirán a corto plazo por el descenso de inversiones orientadas al aumento de la capacidad de extracción minera, así como por las restricciones legales y del mercado relativas a las consecuencias medioambientales de esta actividad.
Por otro lado, las inversiones en recursos naturales jugarán un papel muy importante en las carteras de los inversores privados y estabilizarán la rentabilidad de las mismas.