Escribía Antonio Machado "caminante, no hay camino, se hace camino al andar. Al andar se hace el camino, y al volver la vista atrás se ve la senda que nunca se ha de volver a pisar". Hace cerca de dos años que la prima de riesgo española comenzó su camino hacia lo que se consideran niveles razonables y por fin alcanzó su meta.
Y es que el 24 de julio de 2012 saltaron todas las alarmas cuando el riesgo del país español superó los 600 puntos básicos. Este martes 6 de mayo quedó grabado como la sesión en la que el diferencial logró bajar de los 150 puntos por primera vez desde 2010. De este modo, la prima de riesgo despidió la sesión en los 148 puntos tras relajarse cuatro puntos básicos.
Un nivel que propició la escalada de la rentabilidad del bono alemán a 10 años, cuya diferencia con el español marca el nivel de la prima de riesgo. Así, el bund germano subió hasta el 1,460%, desde el 1,458% con que cerró la jornada anterior, mientras que el interés del papel a una década español siguió marcando mínimos históricos y bajó hasta el 2,945%. A este respecto, el CDS -seguro de riesgo de impago- se mantiene en su tendencia bajista y se situó en los 91 puntos, es decir, por asegurar cada millón en deuda española los inversores exigían 91.000 dólares.
'Efecto 6 de mayo'
El estallido de la crisis financiera, principalmente la desatada en los países periféricos, aceleró a pasos agigantados los niveles de las primas de riesgo. De hecho, el 23 de abril de 2010, cuando Grecia se convertía en el primer país en solicitar ayuda financiera, el diferencial español rondaba los 92 puntos básicos. Paradojas del destino fue precisamente el 6 de mayo de ese mismo año cuando el riesgo país superó por primera vez los 150 puntos básicos. A final de ese ejercicio su nivel ya se movía cerca de los 250 puntos.