El fondo ha incrementado su patrimonio en más de 800 millones de euros en 2014, a pesar de que lleva parcialmente cerrado desde el 20 de enero. Esto significa que el fondo está cerrado a nuevos inversores, pero los ya partícipes pueden invertir con un límite anual.
Que el Fidelity Iberia es el mayor fondo de bolsa española es algo conocido en el mundo de la gestión. Lo que sí sorprende es que su patrimonio sea igual que el de los siguientes cuatro fondos de bolsa española juntos: Santander Acciones Españolas, Bestinver Bolsa, Santander Small Caps España y Bankinter Bolsa España. Y la sorpresa es mayor si se tiene en cuenta que este producto ha más que duplicado su tamaño desde diciembre a pesar de que lleva parcialmente cerrado (lo que se conoce como soft close) desde el 20 de enero.
Esto que significa que el fondo tiene cerradas sus puertas a nuevos inversores para proteger a los ya partícipes de una avalancha de dinero que se veía venir desde el verano pasado, para evitar que sus operaciones muevan por sí solas al mercado. No obstante, los clientes existentes tienen un límite de capacidad anual, a partir del cual se rechazan las órdenes de compra.
Detrás de la restricción de este fondo, catalogado con un rating de cinco estrellas Morningstar y una calificación fundamental de Silver, está mantener el compromiso de invertir, al menos, el 70 por ciento de la cartera en acciones de empresas españolas y portuguesas, una política de inversión que con un gran patrimonio como el actual podría haber obligado a la gestora a asumir más riesgos al tener que destinar más dinero a sus inversiones.
En el momento en que se anunció que se iba a cerrar el producto (diciembre de 2013), su patrimonio era de 864,37 millones de euros, cifra que subió por encima de los 1.000 millones hasta enero. Y ahora, tan sólo cuatro meses después, el volumen de activos bajo gestión alcanza los 1.800 millones de euros.
El fondo se lanzó en 1990 y está gestionado desde 2006 por Firmino Morgado. Acumula una rentabilidad del 10 por ciento en 2014, pero este buen comportamiento también se extiende a largo plazo: su rentabilidad anualizada a diez años es superior al 10 por ciento.