La compañía alemana ha anunciado que ha llegado a un acuerdo para la venta de su participación en la empresa colectiva que se estableció hace tres años. Daimler ingresará 2.430 millones de euros por la venta del 50% de la compañía, que pasará a manos de Rolls-Royce, con quien compartía el negocio hasta este momento. Estos ingresos podrían destinarse a impulsar las ventas de los automóviles Mercedes-Benz, uno de los objetivos de la alemana.
Rolls-Royce Power Systems apareció hace tres años, cuando la empresa Tognum AG accedió a ser absorbida por Daimler (DAI.XE) y Rolls-Royce (RR..LO), que se repartirían el negocio a partes iguales. La compañía, con sede en la ciudad alemana de Friedrichshafen, se dedica a fabricar motores diésel de gran velocidad para industrias marítimas, energéticas y de defensa, y emplea a más de 11.000 trabajadores en todo el mundo.
Ahora, Rolls-Royce mantendrá el control total de la compañía, pagando cerca de 2.500 millones de euros por el 50% que hasta este momento mantenía la germana. A pesar de todo, esta continuará entregando motores a Rolls-Royce al menos hasta 2025. Daimler produce cerca de 18.000 motores para la compañía británica, con la que mantiene una gran relación comercial.
Este movimiento de Daimler podría estar orientado a centrar los esfuerzos en su división de Mercedes-Benz, ya que, según fuentes de Bloomberg, el principal objetivo de Dieter Zetsche, CEO de la compañía, es lograr que Mercedes supere a Audi y BMW y se coloque como la principal fabricante de automóviles de lujo en el año 2020, sacando al mercado 30 nuevos vehículos para el final de la década, de los cuales 12 de estos modelos no tendrían predecesor.
La compañía germana entró al radar de la herramienta la pasada semana gracias al gran momento que atraviesa por fundamentales. El próximo 30 de abril publicará sus resultados para el primer trimestre de 2014, estimando los expertos el mayor beneficio por acción -BPA- para este periodo desde el año 2002.