Bolsa, mercados y cotizaciones

El mercado no confía en una sorpresa del BCE que ayude a romper resistencias

El presidente del BCE, Mario Draghi. Foto: Archivo

Más de lo mismo... o, como mucho, un discurso más agresivo. Es lo que esperan los expertos de la reunión del Banco Central Europeo (BCE) del próximo jueves. Palabras proactivas, el ya tradicional "estudiamos todas las medidas que nos otorga nuestro mandato" del presidente de la entidad, Mario Draghi, pero, en definitiva, ninguna medida de expansión monetaria.

Y todas estas perspectivas parece que frenarán el entusiasmo comprador de los últimos días en renta variable. Ya se sabe, compre con el rumor y venda con la noticia. De hecho, desde que Jens Weidmann, presidente del Bundesbank, reconoció que una de las posibilidades es situar la facilidad de depósito en terreno negativo, el Ibex 35 ha escalado más de un 4%.

En estos momentos la bolsa necesita un estímulo para seguir subiendo, ya que "ha venido creciendo al calor de estos rumores. Si no hay medidas sería una de las grandes perjudicadas", explica Victoria Torre, de Self Bank. A este respecto, tras otra jornada alcista ayer, el Ibex cerró en los 10.340,5 puntos, por lo que se sitúa a un 1,8% de superar la próxima resistencia emplazada en los máximos del año, los 10.525 puntos.

¿Clave para las subidas?

Con unos fundamentales que de momento no justifican la reacción alcista que viene protagonizando la bolsa española desde la semana pasada y, a pesar de haber subido un 4,3% en el trimestre, parece imprescindible para el Ibex que el BCE anuncie algún tipo de medida para evitar la corrección. "Si el discurso de Draghi no es distinto al de hace un mes y no muestra una gran disposición a actuar en el corto plazo (en las dos próximas reuniones), sí que podríamos tener caídas importantes", afirma Daniel Pingarrón, de IG.

En este sentido, todo apunta a que la presión sobre el BCE no será suficiente y, por tanto, los mercados responderán de manera negativa. "Es posible que sin la puesta en marcha de un programa de compra de activos el mercado se sienta algo decepcionado, pero no de forma dramática", apunta Félix González, de Capitalia Familiar EAFI.

Ni siquiera el monstruo que atemoriza a los líderes europeos (no sólo del banco central) podría forzar al BCE a pasar a la acción: la deflación. La alarma entre la clase política es lógica debido al montante de deuda que tienen que soportar las arcas públicas. Con niveles de endeudamiento que en algunos casos superan el 100 por cien del PIB, los países deben centrar sus esfuerzos en reducir esta ratio.

Para conseguirlo tienen dos vías: en primer lugar, el pago de la deuda para rebajar el montante total y, en segundo, elevar el nivel de precios en el país para reducir el tamaño del debe en términos reales. De esta forma, la deuda se diluye entre el avance de la inflación y transfiere el peso sobre los acreedores.

Ante la dificultad para evitar el avance de la deuda (el déficit fiscal de la eurozona del tercer trimestre de 2013 fue del 3,4%) es lógica la preocupación de los países más endeudados. Los datos de ayer de la inflación de la eurozona no contribuyen a alejar los fantasmas de la deflación, sino todo lo contrario. El IPC adelantado de marzo cayó más de lo esperado, hasta el 0,5%, el dato más débil desde noviembre de 2009. El problema se acrecenta cuando los países que están en deflación o con un riesgo serio son, además, los más endeudados. Grecia acumula doce meses de caída del IPC, Chipre, ocho meses, mientras que el último dato de España refleja un descenso del 0,2% y en Portugal o Irlanda del 0,1%.

¿Hay un problema real?

En las últimas reuniones del BCE Draghi se ha centrado en diferenciar fantasmas de realidades. La opinión de la entidad es que el temor de deflación no es realista ya que "las expectativas siguen firmemente ancladas cerca pero por debajo del 2%". Los analistas refrendan su opinión: "No hay un problema real de deflación, es sólo una ralentización de los precios que se debe a la caída de la energía y a una cuestión coyuntural de frenazo de los precios a nivel global", explica Javier Flores, analista de Asinver.

Sin embargo, el enfriamiento de los precios sí que alerta a los expertos. "Las preocupaciones son justificadas", explica Francisco Vidal, analista para Europa de Intermoney; "una inflación tan baja también es mala", subraya José Luis Martínez Campuzano, estratega de Citi en España. A pesar de esta situación, los expertos se muestran escépticos y no esperan ningún cambio. "La entidad se guarda las posibles medidas para cuando se deterioren los indicadores macroeconómicos", explica Estefanía Ponte, analista de Cortal Consors. "Seguimos siendo un poco escépticos al respecto de que decida adoptar nuevas medidas", advierte Vidal.

No obstante, "tras el histórico descenso de la inflación en la eurozona el BCE está obligado a reaccionar. Yo me decanto por que va a bajar los tipos de interés de referencia. Para mí sería toda una sorpresa que Draghi y el BCE no hicieran nada", señala Raúl García, de Omega IGF.

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