Tuvo un gran despegue en noviembre del año pasado (marcó la segunda mejor salida a bolsa en la historia de Internet), pero el vuelo no está siendo tan placentero.
Y es que Twitter ya cae en el año más de un 20% en el parqué (desde que marcó su máximo histórico en diciembre en los 73,3 dólares, ha perdido más de un 33%). Motivo por el que, no obstante, cuenta con un potencial alcista superior al 8%, ya que los analistas creen que sus acciones pueden ascender hasta los 52,7 dólares, nivel en el que sitúan su precio objetivo. Además, no faltan visiones optimistas como la de Deutsche Bank, cuya valoración alcanza los 65 dólares, al mismo tiempo que recomiendan comprar sus títulos.
Sin embargo, todo apunta a que no es un buen momento para la compañía, ya que en el último trimestre la previsión de pérdidas del consenso de mercado casi se ha duplicado. En este sentido, si a principios de año los expertos esperaban unas pérdidas por valor de 390 millones de dólares, ahora estiman que serán de 640 millones. Y no es lo único que ha cambiado. Para la media de firmas de inversión que la sigue, sus títulos debían mantenerse en cartera hace tres meses, mientras que ahora aconsejan deshacerse de ellos.
Un tercio de Twitter en bolsa está en manos de bajistas
