
Ayer se vivió un día de reacción alcista que llevó a algunos índices a marcar máximos. Fue el caso del Nasdaq, que se anotó unas subidas notables. El fracaso de los osos de ayer, que perdieron una nueva oportunidad de imponerse, no aleja sin embargo el peligro bajista, que hoy podría avivarse por la nueva crisis política en Italia tras la dimisión del primer ministro Enrico Letta.
Ayer hemos visto "nuevos máximos de los últimos años en el Nasdaq. El alza, sin embargo, llama sobre todo la atención por no tener compañía, ni por asomo, de un índice clave como el Transportes por primera vez desde hace meses", recalca Carlos Doblado, jefe de estrategia de Ágora Asesores Financieros.
Así, la incapacidad de algunos selectivos de seguir la corriente alienta todavía la hipótesis del rebote del gato muerto. A menos que los principales indicadores superen los máximos anuales de forma consistente, pensamos que las correcciones pueden estar a la vuelta de la esquina.
Y es que ayer el comportamiento de Wall Street fue fundamental para que los índices europeos superasen las caídas y cerrasen en negativo. En el caso del Ibex 35, la jornada de ida y vuelta, con desenlace en positivo, sirvió para favorecer la continuidad de las alzas en el más corto plazo.
Veremos si hoy son capaces de mantenerse en pie, particularmente en la periferia. Y es que hoy toca digerir el anuncio, conocido ayer con las bolsas europeas ya cerradas, de la renuncia del primer ministro italiano, Enrico Letta, que hoy la formalizará ante el presidente Napolitano. Una noticia que mañana podría provocar sobresaltos en los parqués europeos