Bolsa, mercados y cotizaciones

Cómo afecta a mi cartera la tensión en los emergentes

Fondos de inversión, bonos públicos y privados, acciones... Muchos productos están afectados por lo que ocurra en los países emergentes, pero no todos por igual.

Nadie ha dicho que fuera un año fácil para encontrar rentabilidades en la deuda pública o privada. Eso no ha cambiado con la tormenta emergente de los últimos días. Pero, ¿tengo que vigilar más ahora mi cartera de renta fija? Las intervenciones de algunos bancos centrales -han subido los tipos India, Turquía y Sudáfrica- tienen consecuencias directas para la deuda. "En los países emergentes sus rentabilidades a largo plazo no están subiendo demasiado, pero sí las de corto plazo por las subidas de tipos de los bancos centrales, por lo que se está produciendo un encarecimiento de los costes de financiación", expone Nicolás López, de M&G Valores.

También se puede comprobar en el seguro con el que los inversores se protegen en caso de impago (CDS) de Turquía. Estos días tocó precios no vistos desde junio de 2012, al escalar hasta los 277 puntos básicos. "Ello quiere decir que la financiación del gobierno turco en las próximas semanas se va a encarecer", explica Jaime Sémelas, analista jefe de Capital at Work. Lo mismo ocurre con las empresas de estos países. Pero no hay que olvidar que este año la batuta de la renta fija está sobre todo en manos de EEUU y de la nueva presidenta de la Fed, Janet Yellen. Aunque mantendrá bajos los tipos al menos hasta 2015, la retirada de estímulos debería impulsar las rentabilidades al alza. Los expertos prevén un bono estadounidense a 10 años por encima del 3,5 por ciento en muchos casos. Para Nicolas Forest, director global de renta fija de Dexia, "incluso si el tapering aumenta pronto este año, no se prevé una corrección similar a la observada en 2013 para la renta fija emergente".

Los que se están beneficiando de la salida de dinero de la deuda emergente estos días son los bonos de la periferia europea. El interés de los títulos españoles a 10 años bajó a mínimos de marzo de 2006, por debajo del 3,66 por ciento.

Así llega la crisis de fuera a los valores de 'casa'

Poco ha tenido que ver el comienzo de mes con el final para las principales bolsas... Las subidas de principios de año encontraron en los problemas de los emergentes la excusa perfecta para corregir y dejar un enero plano para índices como el Ibex.

Con datos como que un 25 por ciento de los beneficios brutos de las empresas españolas proceden de Latinoamérica -BBVA, Telefónica y Mapfre son las señaladas como más expuestas-, ¿hay que preocuparse? ¿Vendrán más sustos para las compañías españolas con gran exposición a estos mercados? "En un primer momento, en la bolsa española se ha tendido a vender todo lo que estuviera relacionado con emergentes, pero a partir de ahora se va a discriminar más", señala Javier Flores, de Asinver, que cree que "el daño potencial no es tanto y ya está descontado".

En general, "las empresas españolas tienen mucha exposición a países como Argentina, Brasil o México y, si se devalúan las monedas, sus cash-flows se verían reducidos y, por tanto, sus valoraciones. Dicho esto, los movimientos en ciertas empresas españolas esta semana creo que han sido exagerados", comparte Jaime Sémelas, analista jefe de Capital at Work. Además, los expertos insisten en que hay que diferenciar entre países, no solo porque cada uno tiene sus propios problemas sino porque actúan de forma distinta ante situaciones como la actual. "En Latinoamérica, por ejemplo, solo Brasil (más para evitar volatilidad) y Perú intervienen para defender sus divisas", comentan en Banca March.

Para las casas de análisis la bolsa española vivirá un nuevo año alcista aunque la volatilidad estará muy presente y la tensión en los emergentes ha sido solo uno de los primeros ejemplos. La renta variable emergente, en cambio, no está entre las preferencias de los analistas para 2014 y muchos incluso la infraponderan.

El dinero sale de los fondos más aventureros

Los fondos de inversión ganan adeptos día a día. Solo hay que mirar el capital que llega. En enero, de hecho, se han registrado las mayores entradas netas de dinero en España en casi una década, desde marzo de 2004. Sin embargo, las tensiones de los emergentes han asustado a muchos inversores que tenían en cartera fondos de renta variable emergente en todo el mundo. "El Instituto de Finanzas Internacionales estima que unos 3.700 millones de dólares se han marchado de fondos de renta variable emergente en lo que va del año, comparados con los 17.300 millones del conjunto de 2013", señalan en Schroders. Es decir, que en solo un mes se ha esfumado el equivalente a una quinta parte del capital que salió durante el año pasado de los fondos de bolsa emergente.

Pero no solo los fondos de esta categoría están expuestos a las economías emergentes. Tanto la renta variable como la renta fija emergente han ganado cada vez más peso en otro tipo de fondos, no solo entre los globales. Ahora una crisis de estas economías también afecta a fondos de bonos convertibles, por ejemplo, pues algunos tienen exposición a la deuda canjeable en acciones de compañías de países como Brasil o China. Ocurre lo mismo en fondos que invierten en compañías con atractiva rentabilidad por dividendo, donde tienen cada vez más cabida estos países ya que muchos de los gestores de estos fondos se fijan precisamente en empresas con capacidad de crecimiento en la retribución y no tanto en el dividendo que pagan actualmente. El Bovespa brasileño, por ejemplo, ya ofrece más de un 4 por ciento de rentabilidad y la bolsa turca, en torno a un 3 por ciento.

En cambio, los emergentes no tienen sitio en otros productos de inversión como los planes de pensiones, donde en España es difícil encontrar inversiones con fuerte exposición a estas economías.

El oro ha dejado de ser el refugio de antaño

Tienen un doble protagonismo. Los países emergentes son, por un lado, los grandes productores de materias primas y, a la vez, los grandes consumidores. Es por ello que estos activos se ven afectados directamente por un freno en el crecimiento de estas economías, especialmente por la ralentización de gigantes como China, el principal consumidor mundial de energía o incluso de oro. Pero, al mismo tiempo, las depreciaciones en las divisas locales que hemos visto en los últimos días también influyen en los precios de las materias primas, ya que la mayoría cotiza ahora a un dólar más fuerte frente al peso argentino, por ejemplo, o a la lira turca. Con todo, de momento no ha habido grandes movimientos, pues algunas caídas en los precios ya venían de antes.

El comportamiento del oro es mucho más particular y no sigue tanto esos patrones, pues en muchas ocasiones actúa como un activo refugio en momentos de aversión al riesgo. "Venía bajando desde hace tiempo y en los últimos días ha tenido un repunte, se ha producido una canalización de dinero hacia el oro", indica Miguel Ángel Bernal, profesor y miembro del departamento de investigación del IEB, que atribuye este trasvase a la volatilidad: "El oro compensa la volatilidad en las carteras". Así, en los últimos días se ha producido una fuerte retirada de reservas de oro físico de las cámaras de Comex (la principal bolsa de comercio de futuros de metales como el oro). En pocos días se han sacado 670 millones de onzas, con lo que ahora quedan 7.141 millones. Más allá de buscar estabilidad para las carteras, Bernal señala que el oro no actuará esta vez como refugio porque suele ocurrir solo cuando la tensión afecta a economías desarrolladas como la de EEUU o Europa. En cuanto al petróleo, el experto considera que veremos precios contenidos, e incluso caídas.

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