Bolsa, mercados y cotizaciones

Sólo un disidente de la Fed se oponía a retirar estímulos

Por todos es conocido ya que en la trastienda de la Reserva Federal, el pulso entre palomas y halcones es más que evidente. Sin embargo, según las actas de la última reunión de política monetaria del Comité Federal de Mercados Abiertos (FOMC), nueve de los diez miembros con poder de voto en el seno del banco central dieron su aprobación para reducir la compra mensual de bonos del Tesoro y activos respaldados por hipotecas en 10.000 millones de dólares.

"La mayoría de los miembros estuvieron de acuerdo en que la mejora acumulada en las condiciones del mercado laboral y la probabilidad de que la mejora se mantendrá, indicaron que el Comité apropiadamente podría comenzar a disminuir el ritmo de sus compras de activos en esta reunión", rezaron las actas publicadas. Es por ello que el presidente de la Fed, Ben Bernanke, y los 17 miembros que participaron en la reunión del FOMC (sólo diez cuentan con poder voto) aprobaron disminuir a partir del presente mes su compra de activos mensual hasta los 75.000 millones de dólares. Cabe recordar que este estímulo, conocido como Quantitative Easing, ha ayudado a mantener bajos los tipos de interés a largo plazo y se ha aplicado como paliativo en tres ocasiones desde 2008.

Aún así, el consenso duró poco. Por un lado, parte de los mandamases de la Fed mostraron su preocupación sobre la visión que tendría el mercado sobre esta retirada, ya que podría interpretarse de forma errónea como un adelanto en la fecha en que el banco central espera comenzar a subir los tipos de interés a corto plazo, algo que no debería ocurrir hasta finales de 2015. No debemos olvidar que la política de dinero barato, con intereses entre el 0 y el 0,25% fue la primera herramienta para enfrentar el azote de la crisis subprime hace casi seis años y se ha mantenido así desde entonces. Para evitar problemas de comunicación, muchos miembros hicieron hincapié en que había que proceder con la mayor cautela.

Por otro lado, algunos funcionarios de la Fed también dejaron entrever su nerviosismo por la baja inflación, que se mantiene muy por debajo del 2%, el objetivo marcado por el banco central. "Esto podría plantear posibles riesgos para la actividad económica", señalaron las actas. Dicho esto, el Comité mostró su compromiso para monitorizar los precios del consumo y que éstos comienzan su ascenso hacia la meta marcada por la Fed.

Precisamente, la inflación baja y el posible estancamiento del mercado laboral, hicieron que algunos miembros, una minoría, dejasen clara su recomendación de mantener los estímulos intactos en los 85.000 millones de dólares mensuales vigentes desde septiembre de 2012.

WhatsAppFacebookFacebookTwitterTwitterLinkedinLinkedinBeloudBeloudBluesky