La 'primavera' llega en 2014 para los países desarrollados, ya que este debería ser el año en el que los 'brotes verdes echen raíces' y se consoliden. Sin embargo, muchos países emergentes están en la estación opuesta del año: el otoño, al poder enfrentarse a una repatriación de divisas, al enfriamiento de su crecimiento económico y a un mapa electoral que generan muchas incertidumbres.
Los países emergentes se verán obligados a redoblar sus esfuerzos en 2014 para hacer honor a su nombre. Si quieren seguir emergiendo tendrán que adaptarse a la nueva coyuntura mundial marcada, una vez más, por los países desarrollados. La recuperación en EEUU, Europa y Japón marca un nuevo contexto mundial en el que el marco económico será el del inicio del fin de los estímulos monetarios y, por tanto, el de una paulatina normalización del mercado. Los expertos creen que dejarán de verse emisores high yield financiándose a tipos asombrosamente bajos y que los inversores drenarán sus divisas de los países emergentes a los desarrollados.
Las esperanzas de la recuperación económica viran ya claramente hacia los países ricos y algo parecido ocurre con los países emergentes: aquellos con un balance por cuenta corriente más saneado y con menos exposición a la repatriación de dólares serán los que vivan un año más positivo. La brecha entre países como México, Corea del Sur o China con otros como India, Brasil, Turquía o Indonesia podría ampliarse este año, según estiman la mayor parte de casas de análisis.
Si el contexto no fuera de por sí complicado, 2014 será un año de muchos procesos electorales entre los países emergentes, lo que podría aumentar más la incertidumbre. "La expectativa de que puedan ganar partidos anti-mercado u obtenerse resultados inciertos puede sacudir la confianza de los inversores", explican desde Blackrock. En algunos casos los comicios podrían encender la mecha de la agitación social, como son los de Egipto, Turquía o Brasil, donde a lo largo del último año se han sucedido numerosas protestas de ciudadanos.
No es coincidencia que los procesos electorales más convulsos vayan a ocurrir en países que tienen serios desequilibrios en su balanza por cuenta corriente. Esto es, los emergentes en los que sale más dinero del país por la compra de bienes y servicios y transferencias corrientes que los fondos que entran a través de las exportaciones y transferencias. Estas regiones tendrán una tendencia a ver devaluada su divisa respecto al dólar, proceso que podría acelerarse en el caso de que la Reserva Federal (Fed) comience a plantear una política monetaria más restrictiva. En resumen, ocurrirá un proceso de "importar inflación", explica David Azcona, miembro de CFA Spain y Director de Inversiones de Caja España Fondos, debido a que sus compras en el extranjero se encarecerán y contribuirán a generar inflación que, a su vez, empobrecerá más a las clases populares.
Hay que saber distinguir
El inversor que piense en emergentes para 2014 deberá diferenciar entre los distintos modelos de país que representa cada uno. El año 2013 en el que prácticamente todos los activos se han revalorizado se ha acabado y "ahora es el momento de ser más selectivos" explica José Luis Martínez Campuzano, estratega de Citi en España. "Creemos que habrá grandes diferencias en función de las regiones y tipos de activos de que se traten", explica el equipo de análisis de Barclays.
Entre los emergentes que reciben una valoración más positiva destacan México y Corea del Sur. En el caso del país norteamericano, los esfuerzos de liberalización de diferentes sectores de la economía, en especial el de recursos petrolíferos (Pemex tiene actualmente el monopolio de explotación) fomentará la inversión y la producción en el país. "Estas medidas deberían contribuir a una economía más boyante, siempre que el crecimiento de EEUU no decepcione", advierte el equipo de análisis de Carmignac.
Corea también se perfila como uno de los emergentes clave en 2014, gracias a su "crecimiento cercano al 4%, un superávit de su balanza por cuenta corriente del 4,5% y unas reformas fiscales que apoyen el mercado inmobiliario", explican desde Banca March.
Por tipos de activos, los expertos confían en un mejor desempeño de la renta variable, mientras que son mucho más prudentes con la renta fija. La rentabilidad de los bonos podría subir todavía más una vez que la Fed comience a retirar sus estímulos.
