
Entrar ahora en bolsa española es un 2,8% más caro que hacerlo en EEUU, una tendencia que se mantendrá en 2014, cuando será un 2,2% más 'costoso'.
Un clásico en los mercados es comprar con el rumor y vender con la noticia, ya que los activos recogen paulatinamente las expectativas que se crean en torno a un evento y reaccionan en consecuencia a medida que éstas se incrementan. Y esto es lo que ha pasado esta semana al otro lado del Atlántico, donde la esperanza de que republicanos y demócratas lleguen a un acuerdo para acabar con el cierre del gobierno de Estados Unidos y posponer el techo de endeudamiento, ha sembrado de números verdes la renta variable.
En este sentido, una de las principales agraciadas ha sido la bolsa española, donde el Ibex 35 ha sumado un avance del 2,6 por ciento en las últimas cinco sesiones -se trata de su quinta semana consecutiva al alza-. Así, el principal selectivo español despidió la semana en los 9.668,5 puntos, niveles de julio de 2011, y se queda a un 3,4 por ciento de superar los 10.000 puntos. "La extraña subida del Ibex mientras el resto de índices se hacía eco de los problemas políticos en Estados Unidos ha vuelto a reafirmar la máxima de que el mercado puede permanecer ilógico más tiempo del que los operadores pueden estar aguantando la posición. Una vez eliminados los bajistas el índice parece tener vía libre de subidas, al menos mientras las negociaciones sigan por buen curso", señala Javier Urones, analista de XTB. Los encargados de liderar las cifras positivas del Ibex 35 han sido CaixaBank, Bankinter y BME que han escalado un 9,3, un 7 y un 6,8 por ciento, respectivamente.
No es una 'ganga'
Este empujón que ha protagonizado el índice le permite acumular un repunte desde enero del 18,4 por ciento, convirtiéndose en el selectivo más alcista de Europa. Además, consigue hacerle frente a Estados Unidos, ya que adelanta al Dow Jones, que sube en torno al 16 por ciento, y se queda entorno a 1 punto de superar al S&P 500, que escala más de un 19 por ciento.
Eso sí, aunque es cierto que España vende, entrar ahora en bolsa española no es precisamente una ganga. Y es que el Ibex se paga ahora un 2,8 por ciento más caro que Wall Street. De este modo, su PER -número de veces que el beneficio se recoge en el precio de la acción- se sitúa en 14,7 veces, su nivel más alto desde 2002, frente a las 14,3 veces del S&P 500. Una tendencia que continuará el próximo año, ya que el consenso de mercado espera que el sobreprecio que se exigirá a los inversores para recoger beneficios en el Ibex 35 sea de 13,9 veces, mientras que en el caso del S&P 500 se espera una ratio de 13,6 veces.
Y es que las estimaciones actuales del BPA -beneficio por acción- que lograrán las compañías españolas en 2014 se han reducido con respecto a hace seis meses. Así, las previsiones del consenso de mercado han caído más de un 12 por ciento.
Por otro lado, en el Viejo Continente el encargado de liderar la fiesta alcista ha sido el Ftse Mib italiano al subir en la semana un 3,2 por ciento, seguido del EuroStoxx 50 que ha escalado un 1,6 por ciento y del francés Cac 40 que ha hecho lo propio al repuntar un 1,3 por ciento. Por su parte, el Dax alemán y el Ftse 100 británico han subido un 1,2 y 0,5 por ciento, respectivamente.
Las compras también se contagiaron al otro lado del Atlántico. Además de los avances en las negociaciones entre demócratas y republicanos, se confirmó lo que ya era un secreto a voces para el mercado: la nominación por parte del presidente Barack Obama de Janet Jellen como la próxima presidenta de la Reserva Federal (Fed), con lo que se convertirá en la primera mujer en presidir esta institución a partir de enero, fecha en la que culmina el mandato de su actual presidente, Ben Bernanke. Esto asegura al mercado la retirada muy paulatina de los estímulos monetarios del QE3 (Quantitive Easing).
Una noticia celebrada por Wall Street, ya que el Dow Jones se ha apuntado un alza del 1,09 por ciento durante las últimas cinco sesiones, seguido del S&P, que ha repuntado un 0,75. El Nasdaq, sin embargo, cayó un 0,27 por ciento. A los avances también contribuyó el inicio de la temporada de resultados con JP Morgan y Wells Fargo, que batieron las expectativas de los expertos.
Más confianza del inversor
El mercado de deuda español también ha estado de enhorabuena esta semana. La prima de riesgo, que mide el diferencial entre el bono español a diez años y el bund alemán, consiguió bajar de los 250 puntos básicos y cerró en los 243 puntos básicos, aunque por encima de los 236 en los que se situó la semana anterior. Pero el interés exigido al bono español apenas sufrió cambios, hubo compras de bonos tanto de la deuda periférica como la de referencia. Así, la rentabilidad del bono español cerró en el 4,283 por ciento, por encima del 4,206 por ciento que registró la semana anterior. Y la de su homólogo alemán en el 1,862 por ciento, por encima del 1,841 por ciento de la semana anterior, mientras que la del T-Note estadounidense se situó en el 2,683 por ciento.
Por el contrario, el bono italiano sí que experimentó una gran mejora. Y el resultado fue que el interés de sus títulos a diez años llegó a situarse por debajo del español, en el 4,273 por ciento. Por lo que la prima de riesgo italiana se relajó hasta los 242 puntos básicos, por debajo de su homóloga española.
Mientras tanto, el mercado estará a la espera de las noticias procedentes del otro lado del charco, procurando aprovechar las emisiones que hay en el mercado primario, ya que el Tesoro subastará letras a seis meses y un año, y bonos a tres y cinco años. Salvo sorpresas, no se esperan problemas. Esta semana el Tesoro consiguió colocar 4.000 millones de euros a 30 años.
No obstante, las últimas noticias alentadoras sobre un inminente pacto fiscal en Estados Unidos también tuvieron su repercusión en el mercado de divisas. Precisamente, consiguieron frenar la sangría del dólar y el euro afianzó los 1,35 dólares por euro. La cada vez más lejana posibilidad de que se produzca un default, es decir, una suspensión de pagos en la primera economía del mundo, desinfló la cotización del oro hasta los 1.269 dólares por onza, y empujó, por contra, el precio del petróleo Brent, de referencia en Europa, por encima de los 111 dólares por barril -tras repuntar un 1,4 por ciento- y el del West Texas, de referencia en Estados Unidos, por encima de los 101 dólares.