Bruselas intensificará los contactos para encontrar un sustituto al sistema de aranceles que expira el 7 de octubre
BRUSELAS, 4 (EUROPA PRESS)
La Comisión Europea volvió a fracasar en sus esfuerzos de conseguir un acuerdo entre los Estados miembros sobre las medidas 'antidumping' que se deberán imponer al cazado de cuero importado desde China y Vietnam, después de que su segunda idea al respecto, un arancel de 16,5% para los zapatos chinos y del 10% para los vietnamitas, no consiguiera deshacer particularmente la oposición de los países denominados "liberales del norte".
El portavoz de Comercio del Ejecutivo comunitario, Peter Power, explicó hoy que de momento Bruselas no cuenta con la mayoría simple de Estados miembros que sería necesaria para aprobar una propuesta sobre la imposición de aranceles contra la venta por debajo coste ('dumping') que según la Comisión practican estos dos países asiáticos.
Los contactos que lleva a cabo Bruselas con los Estados miembros buscan encontrar una solución para el nuevo escenario que se creará después del 7 de octubre, cuando las medidas provisionales dejarán paso a la libre entrada de zapatos si no hay un acuerdo sobre cómo continuar.
En estos momentos no existe una propuesta formal sobre la imposición de estos aranceles, porque la Comisión no quiere presentársela a los Estados miembros hasta que no tenga la certeza de que saldrá adelante y Bruselas está sondeando a los Veinticinco con su segundo "enfoque", después de que el primero ya fuera rechazado "en primera instancia", recordó Power.
Esta primera idea consistió en permitir la entrada libre de arancel de un máximo de 140 millones de pares de zapatos chinos y 95 millones vietnamitas y a partír de ahí imponer un arancel que habría rondado el 23% en el caso de China y el 29,5% en el de Vietnam.
Por el momento, el segundo enfoque tampoco ha recibido el apoyo suficiente, de acuerdo con los resultados de la consulta que hizo Bruselas a los socios europeos sobre de aranceles del 16,5 y 10% y que concluyó ayer. "Es cierto que algunos Estados miembros no apoyaron la idea de la Comisión para enfrentar el asunto de la aplicación de algunas medidas para la importación de algunos tipos de calzado de China y Vietnam", admitió Power este viernes.
RAZONES INSUFICIENTES
Fuentes comunitarias indicaron que, en sus respuestas, los Estados miembros opuestos al plan de Bruselas argumentaron "algunas razones" que, no obstante, la Comisión piensa que "no son suficientes".
Aunque no quiso indicar cuál es el número concreto de países que se oponen --para tomar la decisión basta una mayoría simple y las abstenciones son contabilizadas como votos positivos--, el portavoz indicó que "fue rechazada por los llamados liberales del norte", en referencia a los países nórdicos, no productores y normalmente distribuidores y que tradicionalmente tienen posturas completamente opuestas en estos temas a los países fabricantes como España, Italia o Francia.
Precisamente, fuentes españolas acogieron favorablemente esta nueva idea el día en que se les dio a conocer, el pasado 27 de julio, cuando subrayaron su satisfacción con los aranceles propuestos del 16,5% para los zapatos chinos y el 10% para los vietnamitas y por el hecho de que este nuevo enfoque incluyese también medidas antidumping para los zapatos infantiles, sobre los que España había subrayado la importancia, y que quedaron fuera de las medidas temporales que se aplican actualmente y de la primera propuesta de la Comisión para superarlas.
Power confirmó entonces esta apreciación, cuando al término de la reunión de los expertos nacionales de la UE señaló: "Creo que los amigos de los zapatos fueron lo suficientemente positivos como para pensar que el resultado puede ser satisfactorio".
En aquella ocasión se constató la satisfacción de los países productores pero no se llegó a un acuerdo, una situación que tampoco ha cambiado después de la semana que Bruselas dio a los socios europeos para que se pensasen su última idea.
SALIR DE LA SITUACIÓN
Power indicó hoy que no sabía "cómo salir de esta situación de momento" y que la solución que ve ahora la Comisión es "insistir en el diálogo con los Estados miembros para tratar de encontrar un compromiso".
En cuanto a los plazos, fuentes comunitarias admitieron que si se quiere tener tiempo suficiente, el comisario de Comercio, Peter Mandelson, debería elevar una propuesta al Consejo "a principios de septiembre".
Sin embargo, el tope más importante es el del 7 de octubre, el día que expira el sistema arancelario temporal que se aplica desde el mes de abril y que, en ausencia de un acuerdo sobre cómo continuar, será sustituido por la libre entrada de tantos calzados chinos y vietnamitas como los operadores sean capaces de importar a Europa.
A día de hoy está vigente el sistema que empezó a funcionar el pasado 7 de abril consistente en la aplicación de manera temporal -durante seis meses- de unos aranceles a la importación de calzado chino y vietnamita que crecerían a un ritmo ascendente. Al final de este periodo, las tasas para los zapatos chinos habrán llegado al 19,4% y para los procedentes de Vietnam, al 16,8%. En este caso, el calzado infantil y deportivo quedó excluido.