L a renta variable cada vez resulta más apetecible, así lo pone en evidencia el resultado de la última encuesta realizada por Bank of America Merril Lynch (BofA), en la que se atisba una gran rotación desde la deuda a la bolsa. Pero cuidado, porque eso no significa que la renta fija carezca de atractivo a pesar del buen año que ha vivido -según Morgan Stanley, la deuda española a corto plazo no sólo resulta interesante, sino que incluso la recomienda frente a la alemana y a largo plazo frente a la italiana-.
Pues bien, a la pregunta de cómo el inversor puede aprovechar esta situación, la respuesta es a través de fondos de inversión que apuesten por ambos tipos de activo. ¿Lo más importante? Hay tantos como tipos de inversores existen.
Para aquellos que estén dispuestos a asumir un riesgo moderado y se encuentren en plena búsqueda de un producto que le permita recibir ingresos estables en el tiempo, ahora que la rentabilidad de los depósitos a doce meses ha tocado suelo en el 1,75 por ciento, podrán llegar a conseguir una renta anual del 5 por ciento, así lo explica Aymeric Forest, gestor de Schrooders. Su secreto para lograrlo se encuentra en la selección de títulos de renta variable tanto a nivel europeo como estadounidense, que estén baratos y, además, incrementen sus dividendos. En el ámbito de la renta fija, el gestor se decanta por la deuda estadounidense -bonos corporativos- y emergente, donde explica, y cuantifica con ejemplos, la mayor facilidad que existe en tales países para encontrar compañías que otorguen retribuciones de mayor cuantía.
Víctor Alvargonzález, director de análisis de Tressis, se ha reunido con Aymeric Forest para desgranar todos los detalles de este producto, el ISF Global Multi Asset Income, comercializado por la gestora Schrooders, dentro de la labor de esta casa de asesoramiento financiero con el que busca seguir proponiendo alternativas al inversor conservador para batir la inflación y preservar su nivel adquisitivo en el momento de mercado actual (ver vídeo).