Aunque la bolsa española amaneció en negativo, poco a poco fue cogiendo fuerza, consiguiendo el Ibex 35 marcar nuevos máximos en el año. Así, el selectivo de referencia español consiguió situarse al cierre de la sesión en los 8.875 puntos, lo que suponen niveles no vistos desde febrero de 2012.
Precisamente, las subidas tienen visos de ir mucho más allá, y es que según los expertos de Ecotrader la resistencia del Ibex 35 se encuentra ahora en los 9.000 puntos, nivel que supone una barrera psicológica para el mercado.
Sabadell, Acciona, CaixaBank, Bankinter y ACS fueron los valores que más impulsaron al principal índice español, con un avance durante la sesión de entre el 9 y el 1,6%. De hecho, el alza del 0,84% del índice empujó a Sacyr, BBVA, ACS, Jazztel y Repsol a marcar sus precios máximos de este año.
La fiesta alcista se contagió también al resto de parqués europeos, que asaltaron la zona de altos del año, "que es la frontera que separa un escenario de continuidad alcista de uno más lateral y consolidativo", explica Joan Cabrero, analista de Ágora Asesores Financieros.
Es más, los índices del Viejo Continente experimentaron unas subidas generalizadas lideradas por el Ftse Mib italiano, que se apuntó un 1,3%, al que siguió el Dax alemán, que subió casi un 0,6%. Precisamente este repunte llevó al índice germano a cerrar en los 8.495 puntos, quedándose a tan sólo un 0,41% de los máximos del año, marcados en mayo en los 8.530 puntos.
Y prácticamente en una situación similar también se quedó el Cac 40 francés, que se apuntó un alza del 0,06%, hasta cerrar en los 4.119 puntos, quedándose a un 0,11% de los 4.123 puntos, que suponen su techo de 2013.
La apertura en positivo de Wall Street, aunque estuvo lastrada parcialmente por la cotización de Apple, siguió incentivando a los inversores en Europa. Así, la bolsa estadounidense suma varias sesiones en positivo, al calor del plan de desarme químico de Siria, y también gracias a los últimos datos macroeconómicos de China. La posibilidad de que la economía del gigante asiático sufriese un frenazo había sido, precisamente, uno de los motivos que tiñeron de rojo las bolsas justo antes de la época estival.
Máximos del bono alemán
Los inversores pagaron un mayor precio por el bono a diez años alemán, ya que su rendimiento escaló desde el 2,02% hasta el 2,045%, nivel no vistos desde finales de 2012. Esto tuvo un efecto positivo para la deuda española, ya que los inversores le exigieron menos intereses, y la rentabilidad del bono español consiguió relajarse ligeramente, desde el 4,51 que marcaba en la apertura hasta el 4,478%. El trasvase de inversores que se produjo desde la deuda de referencia hasta la periférica llevó a la prima de riesgo -que mide la diferencia entre el rendimiento del bono español a diez años con el bund- a descender cinco puntos con respecto a la víspera, desde los 249 hasta los 244 puntos básicos, su nivel más bajo desde julio del año 2011. De hecho, nuestro país también estuvo de enhorabuena porque por primera vez desde marzo de 2012 la prima de riesgo se mantiene por debajo del nivel de su homóloga italiana ?el martes ya lo hizo-, y la brecha entre ambas es ahora de 4 puntos básicos.
La incertidumbre que se refleja en el mercado de deuda viene justificada por la próxima reunión de la Reserva Federal, que se celebrará los próximos días 17 y 18 de septiembre. El hecho de que se baraje que la entidad presidida por Ben Bernanke comience a retirar parte de los estímulos del QE3 (Quantitative easing) ha provocado una huida de inversores de la deuda de referencia alemana y estadounidense, entendida como un activo refugio para los inversores. Incluso ya hay quienes sugieren que las compras de bonos, a las que actualmente se destinan unos 85.000 millones de dólares al mes, podrían reducirse hasta 20.000 millones de dólares.
