Lo que mucho sube tiende a bajar, y la renta variable fue el mejor ejemplo de ello . Tras la fuerte sobrecompra que habían acumulado los principales índices de todo el mundo, las caídas fueron las encargadas de marcar el rumbo de la sesión. ¿El motivo? Las palabras del Dennis Lockhart, presidente de la Reserva Federal de Atlanta sobre la posibilidad de que comience la retirada de estímulos en alguna de las próximas tres reuniones de la institución monetaria.
Un mensaje que derribó el ánimo de los inversores en Wall Street y que arrastró a los selectivos del Viejo Continente.
En este sentido, aunque el Ibex 35 consiguió salvar los 8.500 puntos tras ceder un 0,37%, hasta los 8.529,5 puntos, a lo largo de la jornada llegó a caer un 1,06%, hasta los 8.469 puntos. De esta forma, el selectivo se aleja de su próxima resistencia situada en los máximos del año.
No obstante, el índice español no fue el único en acusar el temor de los inversores. En Europa, el Dax alemán despidió la sesión con un descenso del 1,17%, mientras que el británico Ftse 100, el Cac 40 francés y el EuroStoxx 50 cedieron entre un 0,20 y un 0,70%. Por su parte, los principales selectivos de Estados Unidos se dejaron al cierre de la sesión en torno a un 0,60%.
El mercado de deuda se relaja
Una jornada que en el caso del mercado de deuda fue completamente distinta. De hecho, la prima de riesgo española -que mide la diferencia entre la rentabilidad del bono español a 10 años y la del bund alemán-, se relajó 4 puntos básicos, hasta los 286 puntos, un nivel que no conseguía alcanzar desde finales de mayo. Se trata de su sexto día consecutivo de descenso.
Por su parte, el rendimiento del papel a 10 años en el mercado secundario concluyó en el 4,567%, frente al 4,590 % de la jornada anterior.