Tras varias jornadas imparables, finalmente la sobrecompra se dejó sentir y llegó la el esperado parón. Ayer, Wall Street no pudo revalidar sus máximos anuales y cerró con pérdidas, igual que Europa. La consolidación puede estar a la vuelta de la esquina, aunque la tendencia sigue siendo alcista.
Además de la sobrecompra, lo que más presionó a los índices a la baja fueron las palabras del miembro de la Fed Richard Fisher, quien volvió a mentar el temido principio del fin del programa de estímulos conocido como QE.
"Con la tasa de desempleo que ha bajado hasta el 7,4%, yo diría que la Fed está ahora más cerca de ponderar el momento en el que pueda empezar a reducir sus compras, suponiendo que esta intervención no afectará el impulso económico en los próximos meses", declaró en un discurso en Portland, Oregón.
Con todo, ni las caídas vistas en Europa ni las protagonizadas por Wall Street cambian el escenario, en el que los alcistas siguen siendo los grandes protagonistas. "El mercado norteamericano que no presentará signos de debilidad ni de deterioro en sus posibilidades alcistas mientras no se pierdan los mínimos marcados la semana pasada. Hablamos de los 3.029 en el Nasdaq 100 o los 15.400 en el Dow Jones Industrial", afirma Joan Cabrero en Ecotrader.
A falta de datos macroeconómicos de relevancia para el mercado, toca fijarse en las presentaciones de resultados.