El mercado retrasó su celebración hasta . Porque en realidad fue el miércoles cuando Bernanke, el presidente de la Reserva Federal (Fed), se encargó de transmitir tranquilidad sobre la continuidad de los estímulos al afirmar que la actual política monetaria es "necesaria" en el "futuro inmediato". Pero su mensaje llegó tarde, con el mercado cerrado, un par de horas después de la publicación de las actas de la última reunión del Comité de Mercados Abiertos (FOMC, por sus siglas en inglés).
Hubo que esperar hasta para que los inversores pudieran digerirlo y lo hicieron llevando a máximos históricos a Wall Street en la apertura.
Aunque la indeterminación estuvo presente en todo momento el miércoles -la mitad de los miembros de la Fed apoya terminar con la compra de bonos y activos hipotecarios a finales de año-, lo cierto es que las palabras de Bernanke desataron las compras en un mercado que pasó por alto el alza a máximos de dos meses del dato de paro semanal. " los mercados celebraron tanto la ambigüedad de las actas como el mensaje de su presidente", señala José Luis Martínez Campuzano, estratega de Citi.
Tanto, que el Dow Jones volvió a batir su propio récord al anotarse una subida del 1,11 por ciento, hasta los 15.460 puntos. Igual que el S&P500, que logró un ascenso del 1,36 por ciento, hasta los 1.675 puntos. Una fotografía casi idéntica a la del Nasdaq 100, que se encargó de liderar los avances con un alza del 1,96 por ciento hasta situarse en niveles de la burbuja tecnológica en los 3.059 puntos.
Algunas dudas en Europa
Aunque los primeros en reaccionar al mensaje de Bernanke con avances (incluso antes que Wall Street) fueron los mercados asiáticos, el signo positivo visto en la renta variable también se repitió en Europa. Con pequeños matices, como el de Portugal, donde el rebrote de crisis que sacude a su Gobierno llevó a la bolsa lusa a ser la única en registrar pérdidas del 2% en el Viejo Continente.
Entre las más rezagadas, Italia y también España. Mientras la bolsa transalpina cerró plana en una jornada en la que el país captó otros 6.345 millones de euros en deuda a largo plazo, la lucha que libró el Ibex 35 fue por reconquistar los 8.000 puntos. Bastó un avance del 0,45% para que lograra terminar en los 8.030 puntos. Con la subida de , la bolsa española está a solo un 1,67% de entrar en positivo en el año.
Pero quién más se benefició de las compras fue Alemania, que se convirtió en el parqué más alcista de Europa con un ascenso del 1,14%. Por detrás se situó Francia, que registró un avance del 0,74%.