Bolsa, mercados y cotizaciones

La mitad de la Fed defiende dejar de estimular la economía a final de año

Cuando el mesías de la Reserva Federal, Ben Bernanke, dejó caer en su rueda de prensa del pasado 19 de junio que las compras de bonos y activos hipotecarios podrían reducirse a finales de año, los inversores de todo el mundo entraron en pánico. Sin embargo, durante la jornada de ayer, los operadores en Wall Street y el resto del sector financiero no sobrereaccionaron a la hora de digerir las actas de la última reunión del Comité de Mercados Abiertos de la Reserva Federal (FOMC, por sus siglas en inglés).

Una vez más el punto de fricción del encuentro de los 12 gobernadores con derecho a voto estuvo centrado en cuándo poner fin a la compra de bonos y activos hipotecarios, que en estos momentos engorda el balance de la Fed en 85.000 millones de dólares mensuales. El conocido como Quantitative Easing, o flexibilización cuantitativa, acumula ya su tercera entrega desde que en 2008 Bernanke y sus chicos decidieran hacer todo lo posible para garantizar la recuperación económica a este lado del Atlántico.

División en la Fed

Una gran mayoría de funcionarios apostaron por finiquitar este programa extraordinario a finales de este año, sin embargo, "otra gran mayoría de participantes anticiparon que probablemente sería apropiado continuar las compras en 2014", según apuntaron las actas publicadas ayer. Dicho esto, aunque la división sobre cuándo poner fin al QE es más que evidente, los mandamases del banco central de Estados Unidos se mostraron ciertamente unidos a la hora de considerar que los tipos de interés a este lado del Atlántico continuarán extraordinariamente bajos por un tiempo considerable una vez que se finiquite la compra de bonos y activos. Cabe recordar que los tipos de interés se han mantenido históricamente bajos, situados entre el cero y el 0,25 por ciento desde finales del pasado año 2008.

Un mensaje que sonó hueco entre los inversores estadounidenses fue precisamente el hincapié que hicieron los distintos miembros del FOMC entre la diferencia sobre las decisiones acerca del ritmo y la composición de las compras de activos y las decisiones sobre el nivel adecuado para los tipos de interés. En este sentido, los funcionarios de la Reserva Federal expresaron su preocupación sobre cómo el banco central estaba transmitiendo su mensaje los mercados, cuya reacción tras las palabras de Bernanke el pasado 19 de junio desató una tendencia bajista que borró cerca del 7 por ciento de los beneficios acumulados por la renta variable.

De hecho, según indicaron las actas del encuentro, existió excesiva tensión entre los miembros del FOMC, que dieron órdenes específicas a Bernanke sobre cómo relatar su mensaje a los medios de comunicación. "Al concluir el debate, la mayoría de los participantes consideraron que el presidente, durante su conferencia de prensa, debía describir la trayectoria probable de las compras de activos durante los próximos trimestres, una operación que estaba condicionada a los resultados económicos", matizó el documento presentado.

Precisamente, en lo que se refiere al diagnóstico de la economía, las proyecciones preparadas por el personal del banco central estadounidense indicaron que el crecimiento a corto plazo del PIB del país apenas sufría cambios desde la reunión anterior. Sin embargo, la proyección a medio plazo del personal para el PIB real de Estados Unidos fue revisada ligeramente al alza.

Dónde están las diferencias

Aún así no pasó desapercibido entre los operadores a la hora de interpretar los mensajes intercambiados en la reunión del pasado 18 y 19 de junio que acabar por completo con el programa de compra de bonos antes de finales de este año supondría un cambio radical a la hoja de ruta esbozada por Bernanke. Por aquel entonces, el presidente de la Fed indicó que el QE finalizaría totalmente a mediados del año que viene tras una reducción progresiva en la compra de activos que han engordado el balance de la Reserva Federal hasta superar ya los 3,5 billones de dólares.

Por otro lado, y en lo que se refiere a los tipos de interés, algunos de los allí presentes manifestaron su opinión de que un período prolongado de tipos bajos podría estar alentando a los inversores a asumir un riesgo excesivo y distorsionando los precios de algunos activos.

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