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Santander y Telefónica abogan por retribuciones contrarias

¿Cuál es la fórmula ganadora de retribución al accionista? "No hay una forma óptima", concluye Domingo García Coto, director del servicio de estudios de BME, tras un informe elaborado por primera vez sobre las 19 formas de retribuir al accionista en la bolsa española. Entre estas posibilidades las ampliaciones de capital liberadas para remunerar, el conocido como scrip dividend, es la que más se ha impuesto en los últimos años y en su defensa salió Ángel Santodomingo, el director de relaciones con inversores de Santander, la entidad que introdujo esta práctica en la bolsa española en 2009.

En cambio, Pablo Eguirón, que ocupa el mismo puesto en Telefónica, aboga por una política totalmente contraria.

Ángel Santodomingo señaló que su intención es mantener el dividendo de 0,6 euros y también la opción de cobrarlo en títulos nuevos del banco. Justificó que el pequeño inversor tiene "una clara preferencia" por esta fórmula y que, de hecho, se utiliza porque hubo una "petición generalizada, razonablemente elevada de los inversores" ante una "optimización fiscal".

Es cierto que más de un 80% de sus accionistas suele elegir recibir acciones, pero el problema sigue siendo que para reclamar el efectivo hay que solicitarlo, mientras que si no se dice nada, por defecto, se reciben los nuevos títulos. Santodomingo insistió en que "el accionista toma su decisión".

Los accionistas de Telefónica también conocen el scrip dividend. Aunque la compañía lo empleó una sola vez el año pasado y Pablo Eguirón reconoció que a partir de ahora "lo lógico es que se mantenga la retribución en efectivo. Está más acorde con lo hecho en los últimos años". Recordó que la compañía tradicionalmente ha marcado una línea contraria a las ampliaciones de capital para retribuir, ya que durante años estuvo recomprando títulos para amortizarlos: "Nuestra línea ha sido pagar en cash y recompras", el pago en acciones fue una "excepción", explicó.

Lo analiza bien el director del servicio de estudios de BME. "El scrip dividend es una fórmula extraordinariamente imaginativa que ha resuelto muchos problemas a las compañías españolas. Les ha dado un balón de oxígeno durante el proceso de desapalancamiento", comentó Domingo García Coto.

Los beneficios fiscales -se difiere la tributación- es el argumento que sustenta la defensa de esta práctica. Pero "la ampliación de capital es contraproducente para el accionista que no elige recibir acciones", señala García Coto. El Santander, por ejemplo, ha diluido a quien haya cobrado en metálico al ampliar el capital un 22% desde 2009.

Una de las dificultades con las que se encuentra el inversor a la hora de entender las 19 formas de retribución que conviven en la bolsa española es la diferencia en este tratamiento fiscal. César García Novoa, catedrático de derecho financiero y tributario de la Universidad de Santiago de Compostela, expuso que "se ha avanzado al no hacer distinciones fiscales entre un dividendo y cualquier ganancia patrimonial", pero "debe intentarse un tratamiento fiscal igual para todas las fórmulas". Al final es el mismo concepto, la participación del accionista en los beneficios.

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