La avalancha de ventas de bonos vista durante las últimas semanas en todos los mercados puede limpiar el camino a los buscadores de valor en este activo que, no en todos los casos, está amenazado por una burbuja. Todavía quedan senderos que explorar.
Si hay un mercado ahora con el que hay que tener especial cuidado, ése es el de renta fija. Ya lo hemos visto estas semanas con la avalancha de venta de bonos que sufre el mercado, tanto gubernamentales más core, como en los periféricos (la deuda española repuntó hasta el 4,7 por ciento y el alemán al 1,7 por ciento).
Comportamientos que pueden avalar la teoría de aquellos que defienden el concepto de great rotation del dinero invertido en bonos a la bolsa, lo que podría traducirse en fuertes pérdidas para los que ahora tengan bonos en cartera; ya sea directamente o a través de fondos de inversión. No en vano, es la renta fija y no la variable la que está copando las entradas de dinero en fondos de inversión. "Si miramos con más detalle las categorías de fondos con las mayores suscripciones netas en abril, vemos que la carrera hacia los fondos de renta fija corresponde a una búsqueda de rendimiento en un contexto de bajos tipos de interés más que a una huida hacia la seguridad. Cinco de las diez categorías que más dinero recibieron en abril han sido categorías de renta fija", afirma Javier Sáenz de Cenzano, analista de Morningstar.
Diferente ha sido mayo. Según la consultora TrimTrabs, en este periodo han salido más de 7.000 millones de dólares de ETF y fondos de renta fija. Sin embargo, ese dinero no se está yendo de momento al mercado de renta variable. "Más bien lo que se está produciendo es una rotación de dinero desde efectivo y deuda pública hacia deuda corporativa y emergente", matiza Philippe Lespinard, corresponsable de renta fija de Schroders. Y es que para que esa great rotation se produjera sería necesario ver que la renta fija haya perdido todo su valor. Y no lo ha hecho. Al menos no toda.
Algunos bonos buenos...
Con la deuda segura dando tipos reales negativos, la recomendación de los expertos está clara: huir de la deuda pública core e invertir en deuda de mercados emergentes, ya sea en hard currency para quien no quiera asumir riesgo divisa o en local currency, una opción cada vez más demandada. "Hemos empezado a comprar bonos de países emergentes principalmente de Brasil y México", asegura Cielinsk. De hecho, un punto a favor de la brasileña está en que el Gobierno acaba de levantar el impuesto que hasta ahora gravaba la inversión extranjera en renta fija brasileña, que impuso hace un par de años para que las compras de deuda no supusieran una excesiva apreciación de su divisa.
Una idea con la que coincide Sam Finkelstein, director de inversiones de deuda emergente de Goldman Sachs AM, que defiende que "las oportunidades de inversión más atractivas se encuentran en los mercados emergentes, ya que la sostenibilidad de su deuda ya no es tan preocupante, las rentabilidades son más elevadas y las economías están más saneadas". A su favor, muchas de estas economías tienen la posibilidad de que les mejoren el rating, lo que se traduce en que los inversores exigirían menos rentabilidad a sus bonos, lo que les encarece, beneficiando así a quien ya los tenga en cartera. Sólo este año, países como Turquía, México, Filipinas, Colombia o Tailandia han recibido mejoras en sus notas crediticia por parte de alguna de las tres grandes agencias de rating.
Por no mencionar que, a diferencia de los países desarrollados, muchos de sus bancos centrales aún tienen margen para bajar los tipos de interés, sobre todo si logran mantener la inflación, la gran amenaza cuando se invierte en emergentes, más o menos controlada. Por ejemplo, México, de quien se espera que como poco los mantenga en el 4 por ciento, India, para quien el consenso de analistas de Bloomberg pronostica una bajada de 25 puntos básicos o China, donde se espera un nuevo recorte avalado por la caída del IPC a niveles del 2 por ciento.
¿Cómo puede actuar un inversor de fondos en este contexto? Lo tiene más fácil que nadie ya que los traspasos entre fondos están exentos de tributación. Es decir, podrá cambiar de producto sin tener que pagar a Hacienda por las plusvalías generadas. A este respecto, los nombres a tener en cuenta son ACPI Emerging Mkts Fxd Inc UCITS E EUR, para quien quiera asumir además riesgo divisa, o HSBC GIF Global Emerg Mkts Bd I Acc, para quien prefiera estar invertido en una divisa de referencia . Ambos productos obtienen rentabilidades de entorno al 4 por ciento anual en los últimos tres años. Además de sus rentabilidades, ambos tienen en común que confían en el mercado ruso, donde tienen varias de sus principales posiciones.
