Bolsa, mercados y cotizaciones

No es nada personal... o sí

Eric Schmidt, consejero delegado de Google (izq.) y Steve Ballmer, consejero delegado de Microsoft (dcha.)
Las batallas empresariales, ¿son sólo negocios o siempre hay un componente personal? ¿Los gestores de las grandes compañías son máquinas profesionales o personas con sentimientos? Podríamos preguntárselo a FG o Roverato y Del Rivero (BBVA y Eiffage contra Sacyr), al otro Rivero y Sanahuja (Metrovacesa contra Sacresa), o mejor aún, a los dos protagonistas de la gran batalla que se libra actualmente en nuestro mercado: Sánchez Galán y Florentino Pérez (Iberdrola contra ACS).

Ahora mismo se da el mismo caso en EEUU con la pugna por Yahoo (YHOO.NQ) entre Microsoft (MSFT.NQ) y Google (GOOG.NQ), que ha puesto de manifiesto el odio entre sus dos consejeros delegados: Steve Ballmer y Eric Schmidt. Para algunos, son dos grandes profesionales que no hacen sino pelear por los intereses de sus empresas, con visión de largo plazo. Para otros, sin embargo, los dos se profesan un odio visceral que es lo que se dirime en esta batalla.

Dos perfiles muy diferentes

A favor de esta versión está la revelación, que recoge MarketWatch, ocurrida durante un juicio en 2005, de que Ballmer sufrió un ataque el año anterior en el que lanzó una silla contra la pared y juró que iba a "enterrar" a Schmidt. El propio Ballmer puntualizó que esta declaración de un antiguo ingeniero de Microsoft fue una "exageración".

En todo caso, todos los que conocen a ambos admiten que "no hay precisamente amor entre ellos". Y definen a Ballmer como volátil y emocional, mientras que Schmidt da un perfil más frío y calculador. Ambos han visto cómo sus caminos se cruzaban en varias ocasiones y han vivido otras agrias disputas, ya que Schmidt pasó por las filas de otros competidores que se enfrentaron (y perdieron) con Microsoft, como Sun y Novell, antes de recalar en Google. De ahí que, cuando llegó al buscador de Internet, muchos pensaran que traía consigo las cicatrices de las batallas libradas anteriormente con el fabricante de Windows.

La segunda parte de la guerra Sun-Microsoft

Pero incluso si la batalla se circunscribe al terreno empresarial, Ballmer se encuentra en una posición muy poco habitual para su majestad Microsoft: en esto de Internet, es el segundón que busca una operación que le acerque al líder del mercado, Google. Ésa es la gran diferencia con los casos de Sun y Novell, que eran los aspirantes que buscaban destronar a Microsoft. Y muchos piensan que, para Schmidt, la cuestión es que a la tercera debe ir la vencida.

En todo caso, el discurso de este ejecutivo siempre se ha referido a la amenaza para la competencia que Microsoft supone, y ya ha utilizado este argumento para oponerse a la compra de Yahoo. Recíprocamente, Ballmer ha reaccionado en contra de la decisión de Yahoo de probar el software de gestión de la publicidad de Google, llamándolo también anticompetitivo. Muchos ven detrás de este acuerdo una alianza entre los dos gigantes de Internet para oponerse a Microsoft.

La batalla que coincide con Google

Además, los analistas de la firma especializada Gartner consideran que esta batalla se produce en un punto crítico para la industria tecnológica, puesto que estamos ante una lucha de modelos: el del software estandarizado de pago asociado con la compra de ordenadores frente al modelo de software en red concebido como un servicio o una utilidad, no como un producto. Una lucha que ya comenzó con Sun; de hecho, hay quien concibe la batalla con Google como una segunda parte de aquella... con los mismos protagonistas.

Y es que Google comparte muchos puntos en común con el inventor del Java: ambas empresas fueron fundadas por alumnos de Stanford, y el fundador de Sun Andy Bechtholsheim fue uno de los primeros inversores en Google. Aparte de Schmidt, el director financiero de Google, George Reyes, también es un ex de Sun. "Google es en muchos sentidos el hijo de Sun: la misma gente y la misma idea de que la red es el ordenador", resume Mark Stahlman, analista de Gartner.

La cuestión es si la batalla actual terminará como aquella o si Microsoft sufrirá la primera derrota de su historia.

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