El mayor fabricante de ordenadores personales celebró el año pasado el 20 aniversario de su política de retribución en metálico al accionista. La estadounidense HP tiene bien instaurado el compartir parte de sus beneficios con el inversor. Sin embargo, en todo este tiempo sus ganancias han aumentado mientras el dividendo estuvo congelado durante más de una década.
El grupo arrancó en 1992 por todo lo alto con una política de pagos crecientes, pero la interrumpió seis años más tarde para dejar la cuantía en 8 centavos trimestrales. Es cierto que sus beneficios se estancaron a principios de los 2000 ante la crisis que sufrió esta industria, pero mucho han tenido que esperar sus accionistas para volver a recibir un aumento del dividendo. HP esperó hasta el verano de 2011 para elevar sus pagos y ahora, dos años después, la compañía premia a los inversores con una subida del 10%. La multinacional abonará 14,52 centavos el 3 de julio, lo que supone una rentabilidad del 0,6%.
Mucho margen de mejora
El interés del dividendo de HP está en torno a la media de lo que ofrecen las retribuciones de las empresas del Dow Jones. La diferencia es que es una de las compañías del índice con el pay out más bajo, es decir, una de las que menos porcentaje del beneficio dedica a retribuir al accionista. Este año el ratio rondará el 15%, cuando la media del Dow Jones está en el 36%, según recoge FactSet. Por otro lado, el título sigue sin convencer a los analistas y, de hecho, tiene la única recomendación de venta de todo el índice por parte del consenso de mercado.