Bolsa, mercados y cotizaciones

La prima supera los 300 puntos ante la laxitud del BCE para tomar medidas

El Banco Central Europeo (BCE) tiene un cajón en el que guarda nuevas medidas de política monetaria para reactivar la economía de la zona euro. Aunque lo reiteró, eso no es ningún secreto. Tampoco lo es que sigue "dispuesto para actuar". Pero lo cierto es que ese cajón sigue sin abrirse. Ayer decidió mantener los tipos de interés intactos en el 0,5 por ciento y reservar para más adelante cualquier tipo de acción adicional, incluso esa ayuda para reactivar el crédito a las pequeñas y medianas empresas que ya había adelantado.

Se esperaba que la institución atrasase estas medidas no convencionales, pero el matiz fue que su presidente, Mario Draghi, no dejó entrever siquiera más detalles sobre sus planes y eso no gustó a un mercado acostumbrado a más. La respuesta de los inversores fue más contudente que las palabras del mandatario italiano: las bolsas perdieron terreno y las primas de riesgo se dispararon. La española cruzó la línea de los 300 puntos básicos al escalar hasta los 317 puntos.

"Aunque no tiene mucho margen de actuación, se esperaba un anuncio de cómo articulará el acceso al crédito a las pymes", señala Victoria Torre, analista de Self Bank. Pero Draghi se limitó a decir que siguen estudiándolo. No hay propuestas concretas. Se habló de la adquisición de deuda respaldada por los préstamos a pymes (lo que se conoce como ABS), pero tras su discurso reconoció que es "una propuesta de medio o largo plazo".

Durante la reunión también se debatió sobre otras medidas como poner en negativo los tipos de interés de la facilidad de depósitos, algo para lo que ya están "técnicamente preparados". Pero tampoco los tiros fueron por ahí y se mantuvo en el 0 por ciento.

En definitiva, el BCE no tiene pensado actuar de momento. Draghi aseguró que hubo consenso para valorar que los cambios que se han producido no son suficientes para incorporar nuevas medidas.

Por otro lado, mostró de nuevo su confianza en la puesta en marcha del supervisor bancario único europeo y trasladó que siguen viendo una reducción del exceso de liquidez en las entidades, menos dependientes ahora del BCE. "Los depósitos y el mercado interbancario han vuelto a ser una fuente de financiación", destacó.

Pocos cambios de escenario

Como cada trimestre, se revisaron las perspectivas de crecimiento para la economía de la eurozona. El BCE rebajó una décima sus previsiones para 2013, al anunciar una contracción del 0,6 por ciento, frente al 0,5 por ciento esperado en marzo. Su nuevo pronóstico para 2014 tampoco sufrió grandes variaciones: pasó del 1 al 1,1 por ciento. Repitió los "riesgos a la baja", aunque subrayó la mejora de las exportaciones como impulso, especialmente en Alemania, España e Italia.

Pese a que recortó las previsiones de inflación -hasta el 1,4 por ciento en 2013-, quiso aclarar que no ve riesgos de deflación. El programa de compras de bonos (OMT) ha acabado con esta amenaza. Es la medida con "más éxito de los últimos tiempos", resaltó el presidente del BCE. "Estamos satisfechos".

No es como otros bancos

Draghi no quiso señalar a ningún banco central, pero fue más explícito que en

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