Hablar de Turquía es hacerlo de uno de los países emergentes con más proyección y, por consiguiente, como una de las mejores opciones a la hora de invertir. Para muestra, un botón: la bolsa turca se ha revalorizado en los últimos seis años más de un 107%, mientras que otros índices mundiales han sido muy penalizados.
De hecho, dentro de los BRICT -Brasil, Rusia, India, China y Turquía- es el único, junto a India, que está en positivo en el año al subir un 3,23%. Es más, el pasado 22 de mayo el ISE 100 -el principal índice bursátil de Turquía- marcó máximos históricos en los 80.733,25 puntos impulsado por la mejora de la nota creditica del país. Fue Moody's la que incrementó en un escalón el rating turco hasta Baa3, categoría de grado de inversión -distingue a los emisores más solventes-. Asimismo, el FMI proyectó que el PIB del país otomano crecerá en 2013 un 3,5% "respaldado por la recuperación de la demanda externa y los flujos de capitales".
No obstante, ¿los últimos acontecimientos han provocado que sea un mercado de riesgo? Las manifestaciones contra el Gobierno llevaron el lunes al ISE 100 a sufrir una caída del 10,47%, su mayor descenso en una década, mientras que la lira turca marcó su nivel más bajo desde finales de 2011 en su cruce contra el euro, hasta los 0,40615 euros, y desde enero de 2012 contra el dólar, hasta los 0,53117 dólares.
Tras las caídas se esconde el miedo a otra Primavera Árabe: "Los factores geopolíticos, tan relevantes en los últimos dos años, han pasado a segundo plano en estos momentos. Quizás lo que está ocurriendo en Turquía los vuelvan a poner encima de la mesa" afirma José Luis Martínez Campuzano, estratega de Citi.
Temor a perder lo ganado
Los resultados en fondos no están nada mal. Si bien uno de cada cuatro fondos que invierten exclusivamente en bolsa turca y a la venta en España está en negativo en lo que va de ejercicio, también es cierto que otro 25% presenta subidas de doble dígito desde principios de año. Los que mejor comportamiento presentan son el UBAM Turkish Equity I, el HSBC GIF Turkey Equity I Acc y el ESPA Stock Istanbul A (ver gráfico).
Más esclarecedor es el balance a tres años, pues ahí se puede observar que, sin excepción, todos los productos de renta variable turca son rentables. El que menos sube, lo hace con una rentabilidad anualizada del 4%.