La bolsa es ahora uno de los activos por excelencia ante el escenario desfavorable para encontrar altas rentabilidades en la renta fija o ante la caída en los intereses que ofrecen productos de ahorro como los depósitos. Pero ni siquiera este mayor atractivo consigue que se reanime la baja contratación.
El volumen negociado en renta variable se redujo un 32 por ciento en mayo respecto al mismo mes del año pasado, al caer hasta los 48.121 millones de euros. Fue, de hecho, el peor mayo desde 2003.
El dinero llegó a cuentagotas. En diez de las 22 sesiones se intercambiaron menos de 2.000 millones de euros. Una cifra que contrasta con los 3.200 millones que de media se negociaron diariamente en la bolsa española durante el mes de mayo anterior.
Otra cifra: los inversores han movido un total de 267.932 millones de euros desde enero, mientras que en 2012 a estas alturas del año ya habían circulado 313.518 millones por el parqué.
Óscar Germade, analista de Cortal Consors, explica que "el mercado español se encuentra cotizando en rango desde hace ya un periodo de tiempo relativamente largo. Entendemos que la negociación volverá a incrementarse una vez la tendencia se defina".